SERVICIOS INFANCIA
Lleida tiene ya una casa para menores víctimas de abusos
El Barnahus, que se ubica en la calle Arquitecte Morera i Gatell
Mientras se construye el centro definitivo en La Bordeta
La nueva unidad integrada para atender a menores víctimas de violencia sexual ya está en funcionamiento en Lleida. Así lo anunció ayer la directora general de Atención a la Infancia y la Adolescencia, Ester Cabanes, tras la constitución de la comisión territorial de la Barnahus. Este servicio se ubica en la calle Arquitecte Morera i Gatell mientras se trabaja en la construcción de un centro definitivo en un solar de la calle Sant Paulí de Nola de La Bordeta, previsto para 2026. La de Lleida es la segunda de las trece casas que la Generalitat quiere desplegar en toda Catalunya para evitar la revictimización de estos menores y facilitar su recuperación. El centro, que ya cuenta con un equipo de profesionales multidisciplinar y “está preparado para recibir los primeros casos”, según Cabanes, cuenta con una recepción, dos salas de espera separadas equipadas con muebles, juguetes, revistas y libros; dos espacios para entrevistas y para atender a las familias; una sala de exploración forense para la prueba preconstituida, así como una sala de exploración médica con baño y una pequeña cocina, entre otros. Según explicaron la delegada del Govern en Lleida, Montse Bergés, y el coordinador de la Estrategia Barnahus en Catalunya, Joan Mayoral, este nuevo recurso “pone a la víctima de abusos sexuales en el centro, concentrando en un único equipamiento amable todos los servicios de atención que necesita”. De esta forma, la víctima solo tiene que explicar los abusos que ha sufrido una sola vez, evitando así la revictimización a través de la coordinación de todas las partes implicadas en el proceso. En las próximas semanas está previsto que se constituya la comisión territorial de la Barnahus de La Seu d’Urgell.
Se disparan los abusos sexuales a menores
La cifra de niños atendidos por violencia sexual se ha disparado en los últimos años. Según Cabanes, el año pasado se registraron unos 40 casos en la demarcación de Lleida, mientras que este año son más de 140. “Las cifras aumentan porque hay más sensibilización, no porque haya más abusos”, apuntó.