El 60% de los hogares con pobreza severa no reciben prestaciones sociales

El 60% de los hogares catalanes en pobreza severa están excluidos de prestaciones sociales y solo un 8,2% de las familias atendidas por Càritas Diocesana en Catalunya perciben la renta garantizada de ciudadanía (RGC) o el ingreso mínimo vital (IMV). Así se desprende del informe Una ayuda que no llega. Limitaciones y retos en el diseño e implementación de las prestaciones de garantía de ingresos mínimos que presentó ayer el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella. La entidad también dio a conocer los datos de las personas atendidas en este 2023 en las diez sedes catalanas: han aumentado un 21% el número de hogares atendidos con relación a 2022, y de estos, la mitad se han dirigido a Càritas por primera vez. Asimismo, el 70% de los usuarios residen en una vivienda no digna: son familias que sobreviven en una habitación de realquiler, compartiendo piso con desconocidos, acogidos en casa de un familiar o amigo, de alquiler sin contrato, en un proyecto o vivienda de una entidad social o en la calle. Por ello, Càritas pidió que se amplíe el parque de vivienda pública de alquiler social y “asegurar” un hogar alternativo en caso de desahucios de personas vulnerables.