EDUCACIÓN SEXUAL
Consumo de pornografía entre los jóvenes españoles: ¿un obstáculo para la educación sexual?
Un estudio revela que el consumo de pornografía impacta de manera significativa en las conductas sexuales de quienes la consumen
En la era digital, el acceso cada vez más temprano a dispositivos móviles ha expuesto a los menores a contenidos explícitos e inapropiados como la pornografía. La falta de medidas por parte de las plataformas y la ausencia de un sistema sólido de verificación de la edad de los usuarios se suma a una atención insuficiente de la educación afectivo-sexual, que tantas veces pasa a un segundo plano.
Sin ir más lejos, lo hemos visto en el reciente caso de distribución de pornografía infantil entre estudiantes en Sant Cugat, donde decenas de estudiantes han sido añadidos sin consentimiento y se habrían difundido mensajes de este tipo.
Según el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, la investigación "Juventud y pornografía en la era digital. Consumo, percepción y efectos" revela que solo el 40% de los jóvenes españoles siente que ha recibido información útil sobre sexualidad, y el 46% la atribuye a su centro educativo. La pornografía, ampliamente consumida desde edades tempranas, se ha convertido en un agente de socialización con implicaciones significativas.
Hábitos de consumo de pornografía
El estudio aborda detalladamente los hábitos de consumo de pornografía entre los jóvenes españoles. Aproximadamente el 62,5% de la población joven consume este tipo de contenido, siendo más predominante entre los chicos, con un 72,1%. Además, los datos indican que la edad promedio del primer contacto con la pornografía gira alrededor de los 13 años, y la frecuencia de consumo varía, con solo un 12,6% admitiendo hacer un consumo diario.
Tipos de contenido y consecuencias
El tipo de pornografía consumido también es analizado en el estudio. El "hard porn", que incluye desnudos integrales y actos sexuales explícitos, es consumido con frecuencia por el 45,6% de los jóvenes encuestados. Además, un 25% consume contenidos que muestran violencia física o verbal, aunque la mayoría afirma no hacerlo nunca.
El estudio revela que la mitad de los jóvenes oculta su consumo de pornografía a la familia, y aproximadamente un 16,5% considera que ve demasiada pornografía, experimentando dificultades para dejar de consumirla. Algunos, incluso, llegando a sentirse mal con frecuencia si no tienen acceso a ella. Además, el 40% cree que afecta negativamente a aspectos importantes de sus vidas.
Los datos revelan que el consumo de pornografía impacta de manera significativa en las conductas sexuales de quienes la consumen. Cerca del 35,8% de los jóvenes considera que la pornografía contribuye a una menor utilización del preservativo, y más del 30% percibe una conexión entre el consumo de pornografía y la presión ejercida sobre otras personas para participar en relaciones sexuales o llevar a cabo prácticas específicas.
Además, aproximadamente uno de cada tres jóvenes opina que la pornografía tiene un efecto evidente en la reproducción de la violencia. En concreto, un 28,2% cree que la pornografía influye en la introducción de la violencia en las relaciones sexuales, y un 31% sostiene que contribuye a la creación de fantasías sexuales en las que se experimenta o se ejerce violencia. Estas percepciones subrayan la influencia significativa que la pornografía puede tener en las actitudes y comportamientos sexuales de los jóvenes.
Campaña "Por no, porno"
Ante estos desafíos, Fad Juventud ha lanzado la campaña "Por no, porno" dirigida a padres y madres. La directora general, Beatriz Martín Padura, destaca la necesidad de abordar el tema de la educación afectivo-sexual, ya que el acceso temprano a la pornografía puede influir en la formación de actitudes agresivas y degradantes. La campaña busca concienciar a las familias, ofreciendo recursos formativos para abordar este tema de manera segura y evitar que la pornografía asuma un papel educativo en la vida de los adolescentes.
La directora concluye que "como padres y madres no podemos mirar hacia otro lado por muy incómodo o difícil de tratar que nos parezca este tema. Con esta campaña queremos visibilizar el tema, que deje de ser tabú, y que las familias sean conscientes".