Cataluña crea un plan "pionero" contra la violencia obstétrica dotado con 7 millones de euros hasta el 2028

La Generalitat pone en marcha un plan "pionero" para abordar la violencia obstétrica con 7 millones de euros y 50 acciones hasta el 2028 que busca poner fin a procedimientos inapropiados, rutinarios o no pactados. Uno de los procedimientos que estará en el punto de mira serán las cesáreas. El Ejecutivo planteará que se respeten las recomendaciones internacionales. Por ejemplo, en los embarazos sin riesgo que entran al grupo 1 de clasificación Robson las cesáreas no tendrían que superar el 15%. El plan incluye formaciones no obligatorias en los profesionales, la mejora del acceso a la fecundación asistida, la creación de comisiones de violencia obstétrica y la ampliación de los centros de nacimiento para partos naturales más allá del que existe en  Can Ruti.

El programa, que se empezó a construir hace un año con representantes del sistema de salud, busca potenciar la participación de las mujeres en la toma de decisiones y concienciar al personal médico de la "violencia institucional" que puede ejercer un profesional del sistema público cuando se llevan a cabo, por ejemplo, episiotomías o rupturas de bolsa artificiales durante el parto pero también la prescripción inadecuada de medicamentos o el lenguaje infantilizador.

En un acto para presentar el plan, la consellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, ha citado algunos ejemplos de violencia obstétrica como ser medicada con anticonceptivos cuando tienes la menopausia o no explicar a las mujeres con cáncer el impacto que tendrá sobre su vida sexual. "Estamos dando respuesta a un grito ahogado", ha dicho Virgen. En opinión de la consellera de Igualdad y Feminismos, este plan "será puntero" en los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Comité CEDAW ya que "es el primer gobierno del mundo que aborda un plan de violencia obstétrica".

El programa busca combatir la "visión machista" de los sanitarios e incorpora, entre otras cuestiones, un módulo específico para formar en derechos sexuales y reproductivos. Además, se hará formación específica en diferentes temáticas como la endometriosis y la mejora del diagnóstico precoz, mejora de la atención a la anticoncepción, a la interrupción voluntaria del embarazo, a la salud de las personas trans, salud mental perinatal y acompañamiento de  pérdida perinatal.

La formación no será obligatoria para los cerca de 2.500 profesionales que se encargan de la atención de la salud sexual y reproductiva del sistema público y concertado, según han informado a la ACN fuentes de Salud.

Aparte de desplegar espacios para asegurar una atención al parto en entornos no medicalizados, se incorporarán acciones para garantizar la atención de los derechos de las personas con discapacidad, también, desde el ámbito sexual y reproductivo.

El govern ha admitido que el término "violencia obstétrica" genera malestar en parte del colectivo sanitario pero ha asegurado que el plan no busca "acusar sino mejorar" la calidad de la atención, en palabras del conseller de Salud, Manel Balcells.

En este sentido, Balcells ha detallado que "todo lo que se ha hecho sistemáticamente sin pedir permiso, sin pactarlo, sin informar, no estaba bien". "Una episiotomía sin haberlo pactado no es justo", ha ejemplarizado Balcells, que ha puesto el acento en el parto que "es un momento vital" que se tiene que acompañar y no llevar a cabo procedimientos que no son necesarios. "No puede ser que haya más cesáreas los viernes que los lunes o antes de las fiestas de Navidad que después o que haya partos inducidos cuando no toca", ha afirmado.

"El machismo filtra en todas partes, no hay ningún espacio libre y eso dificulta su identificación como problema porque está tan naturalizado que hace que no lo vemos y que sea invisible a profesionales que el último que quieren es generar violencia en las personas que tratan", ha coincidido Virgen.