Un estudio del Clínic identifica porqué lloran los bebés y permite crear un algoritmo que lo interpreta automáticamente
El objetivo principal es mejorar la relación con los padres y aplicar la investigación a recién nacidos prematuros y patologías
Los bebés no sólo siguen patrones acústicos cuando lloran sino también neurofisiológicos y de comportamiento según si el llanto está motivado por el apetito, el sueño, los gases, el estrés o la irritabilidad.
El estudio de estas características complejas que ha llevado a cabo el Hospital Clínic de Barcelona con 38 niños ha permitido crear un algoritmo que interpreta de forma automática el porqué del llanto. Por ejemplo, el llanto por angustia tiene pocas pausas, es errático y más agudo que el de hambre. El software, desarrollado con el start-up Zoundream, se introduce en un dispositivo 'vigilabebés' que permite mejorar la relación entre los padres y su hijo. El próximo paso es aplicar esta investigación a bebés prematuros y con patologías.
El estudio del Hospital Clínic y del Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (Idibaps) resalta la complejidad del proceso comunicativo del recién nacido, que en los primeros meses puede llorar de media entre una hora y media y tres en el día. "El objetivo es apoyar, no quiere ser un sustituto de las familias, los padres son los que más conocen a sus hijos. Lo que queremos hacer es empoderar más a las familias y ayudar sobre todo en las primeras semanas, cuando tener a un niño en casa que llora puede generar mucho estrés", ha detallado Anna Lucia Paltrinieri, pediatra del Servicio de Neonatología del Clínic.
El informe apunta que el desencadenante de impotencia, ira o frustración que puede provocar el llanto a los progenitores por puede afectar de forma negativa en el vínculo con el bebé y "comprometer su cuidado, así como su proceso de desarrollo neurológico".
Características específicas
Por eso la investigación ha permitido clasificar cada tipo de llanto y atribuirle unas características determinadas. Así pues, han descubierto que el llanto por hambre es constante, rítmico, de corta duración, intenso y ruidoso, pero no agudo, y puede provocar una variedad de expresiones faciales y movimientos corporales destinados a llamar la atención del cuidador. Sin embargo, el llanto de angustia tiene pocas pausas, es errático y más agudo. El llanto por gases es similar a este último, pero más ronco, debido a la tensión que se ejerce sobre las cuerdas vocales.
El llanto por sueño es de larga duración, con gritos prolongados y monótonos que presentan una clara melodía decadente, mientras que el llanto por demanda de atención es muy parecido, aunque parezca más un lamento que un llanto real y su interpretación depende mucho del contexto en el que se presente.
Riesgo neurológico
El próximo paso es aplicar esta investigación a bebés prematuros y con patologías para actuar de forma preventiva y mejorar los resultados de los tratamientos. "El objetivo final del estudio es ver si podemos utilizar el llanto como un biomarcador vocal que pueda ayudarnos a prever desde las primeras semanas de vida si el niño tiene un riesgo neurológico más", ha dicho Paltrinieri.