MUESTRA URGELL
Exposición en La Guàrdia d'Urgell de fotos de 75 bodas celebradas entre 1903 y 1985
Junto con las noticias de la prensa más destacadas
Muestra la transformación de la sociedad y de la estética
Modesto Fontanet y Carme Rubinat (1955). - SEGRE
Jordi Valls mostrando la imagen de su boda con su esposa, Antonieta Caumons (1978).
Boda en la iglesia actual en el año 1983.
Una de las bodas más actuales, en 1985.
Vestidos de finales de los 70.
Ramon Prats y Anita Miralles (1968).
Bonaventura Valls y Julia Llordes (1919).
Trinitat Pujol, casada con Dios.
Después del éxito el año pasado de la exposición de las antiguas cartas a los Reyes con algunos de los juguetes aún conservados, La Guàrdia d’Urgell ha querido seguir con la tradición de ofrecer una muestra durante las fiestas de Navidad, dedicada en esta ocasión a unas 75 bodas que tuvieron lugar en este pueblo del Urgell junto a Almenara y a sus masías entre el 1903 y el 1985, que se complementan con las noticias más destacadas de los periódicos de la época.
Su impulsor, Jordi Valls, explica que “a parte de revivir recuerdos, la exposición muestra la transformación de la sociedad y de la estética con el paso de los años, por ejemplo en las fotos de las bodas de principios del siglo XX iban todos vestidos de negro y la mujer estaba de pie junto al esposo sentado, pero a medida que pasaban los años los dos posaban de pie o sentados, en igualdad de condiciones, y las mujeres con vestidos blancos”. Valls comenta que “en las fotos más antiguas las personas parecían mucho más mayores de lo que eran”, hecho que atribuye “a la sanidad, a las medicinas, mucho menos desarrollas, y a la falta de productos de belleza”.
Como curiosidades, destacar que de los 75 matrimonios fotografiados en el día de su boda, no ha habido ninguna separación, así como la boda de una vecina (monja) con Dios. Hay hasta tres generaciones de familias. En la exposición también se pueden ver referencias a la época del pueblo como el añorado Cine Oriente, que funcionó en los años 50, junto al día de la boda de la persona que proyectaba las películas. Valls afirma que estas muestras han conseguido “unir” el pueblo, ya que “despiertan nostalgia y muchos recuerdos, en este espacio (la iglesia vieja). Hay personas que se han casado, han bautizado a sus hijos, que también han hecho la comunión aquí, han enterrado abuelos y padres...”.