EMERGENCIAS SOLIDARIDAD
El bombero de Lleida en Marruecos: “Gestionas muchas emociones pero te llevas la gratitud de la gente”
El bombero y urbano leridano Jaume Canela explica su participación en la expedición a Marruecos || Han sido cinco días de rescate y auxilio a víctimas del terremoto
Un altre membre de l’expedició catalana al Marroc.
La expedición de los Bomberos de la Generalitat de la que forma parte Jaume Canela, bombero voluntario de Almacelles y agente de la Guardia Urbana de Lleida, ya estaba ayer de regreso a casa tras ayudar en las tareas de rescate de víctimas del terremoto en Marruecos. En declaraciones a SEGRE, Canela explicó ayer que era su primera vez en una expedición de este tipo, en la que viajó junto a su perra Aran. Ambos forman parte del Grup Caní de Recerca de los Bomberos.
“Ha sido muy intenso. Estuvimos en zonas muy castigadas por los desprendimientos a causa del terremoto, donde las casas son pequeñas y no están preparadas para una catástrofe así. Son aldeas aisladas, donde era difícil llegar debido al mal estado de las carreteras”, explicó.
Respecto a su tarea, hallar a posibles supervivientes bajo la runa, señaló que “no hallamos a nadie con vida” y agradeció “la buena conexión entre los diferentes equipos de rescate”.
Sobre la experiencia, relató que “tenemos preparación para trabajar en lugares difíciles y en condiciones precarias y mientras vas de camino te vas mentalizando de lo que puedes encontrar. Pero al llegar, hemos estado en pueblos donde la población ha sido duramente castigada, con una alta mortalidad, con gente durmiendo en la calle por miedo a las réplicas, y que iba a sus casas cuando podían a buscar pertenencias, a pesar del riesgo que eso suponía”. “Hemos tenido que gestionar muchas emociones pero al final te llevas la gratitud de la gente”, destacó.
La expedición, formada por diez bomberos, partió el pasado 11 de septiembre y han estado con otros operativos de Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos y Protección Civil de Madrid y Bomberos de Granada para ayudar a los pueblos más pequeños del Atlas en los que no había llegado la ayuda.
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