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Los Magos traen un gran regalo: ¡lluvia!
Miles de leridanos hacen frente al chaparrón y reciben a Sus Majestades
Lanzan un mensaje de “paz y amor”
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
La lluvia no empañó la ilusión de los más pequeños, que disfrutaron del desfile de Sus Majestades. - GERARD HOYAS
Parece que a los Reyes Magos también les preocupaba la persistente sequía y ayer, cuando llegaron a las comarcas leridanas después de un largo trayecto desde Oriente, trajeron consigo el primer gran regalo: lluvia. Como es tradición en la capital del Segrià, arribaron a las 17.05 horas la estación Lleida-Pirineus a bordo del tren de La Pobla y fueron recibidos por el Gran Camarlenc; el alcalde, Fèlix Larrosa; y el concejal de Fiestas, Xavier Blanco. Desde el minuto cero fueron aclamados por miles de niños y niñas que no podían contener la emoción y les pedían fotos. Otros muchos habían aguardado este momento para darles la carta en mano. Mientras tanto, los mayores tenían puesta la vista en el cielo ante la amenaza de lluvia. No fue hasta las 17.47 horas, trece minutos antes del inicio del desfile, cuando cayeron las primeras gotas y los dos kilómetros de recorrido se llenaron de paraguas. Nada pudo con la ilusión de los más pequeños que, con la magia brillando en sus ojos, vieron pasar a Melchor, Gaspar y Baltasar y a su gran séquito de ayudantes. Estuvieron acompañados por actores y músicos de 21 compañías teatrales y bandas de Lleida, 11 carrozas y 60 pequeños pajes. Tras recibir de manos del alcalde las llaves que abren las puertas de todas las casas de la ciudad, los pequeños pudieron ver a Sus Majestades en el Salón de Plenos del consistorio, en lugar de la planta baja. En su discurso, Melchor pidió a los pequeños “amar a los padres, estudiar mucho y empatía, pues muchos pequeños esta noche no podrán recibir juguetes”. Por su parte, Gaspar y Baltasar lanzaron un mensaje de “paz, alegría y amor”.