Desarrollan una analítica de sangre que permite diagnosticar el Alzhéimer con una precisión de entre el 90% y el 95%
Se basa en biomarcadores plasmáticos y se presenta como una alternativa menos invasiva para detectar la enfermedad
Una investigación multicéntrica en la que ha participado el Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau ha desarrollado una analítica de sangre que permite diagnosticar el Alzhéimer con una precisión de entre el 90% y el 95%. La prueba se centra en localizar biomarcadores plasmáticos con una capacidad para detectar la enfermedad similar a la de la punción lumbar. El estudio involucró muestras de un total de 786 participantes con una media de edad de 66,3 años. La incorporación de esta técnica podría reducir en un 80% la cantidad de pruebas requeridas para confirmar que una persona sufre esta patología. El trabajo se ha publicado en la revista 'JAMA Neurology'.
Los investigadores han analizado datos de tres cohortes observacionales: la Translational Biomarkers in Aging and Dementia (TRIAD), de Canadá; la Wisconsin Registry for Alzheimer's Prevention (WRAP), de Estados Unidos, y la Sant Pau Initiative on Neurodegeneration (SPIN), de Barcelona. El estudio ha involucrado muestras de un total de 786 participantes con una media de edad de 66,3 años que han revelado una excelente precisión, de entre el 90% y el 95%, para detectar la presencia de Alzheimer.
La prueba se centra en el biomarcador p-tau217 para identificar acumulaciones de las proteínas beta amiloide y TAU, indicativos de la enfermedad. Así, los resultados han señalado que el p-tau217 tiene una precisión comparable a los biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo y es particularmente efectivo en la detección de cambios longitudinales, incluso en etapas preclínicas de la patología. Además, la nueva técnica permite reducir significativamente la necesidad de confirmaciones adicionales, disminuyendo en un 80% la cantidad de pruebas requeridas.
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas investigaciones y tratamientos de la enfermedad. El doctor Alberto Lleó, investigador del Grupo de Neurobiología de las demencias en el Instituto de Investigación Sant Pau y director del Servicio de Neurología del centro, ha afirmado que “este avance es especialmente significativo, ya que los biomarcadores sanguíneos podrían ofrecer una alternativa más accesible y menos invasiva para el diagnóstico precoz y seguimiento”.
Además, la implementación de este tipo de prueba podría mejorar significativamente la evaluación clínica y el reclutamiento de ensayos clínicos, así como facilitar la gestión de los pacientes y proporcionar acceso oportuno a terapias modificadoras.