FÚTBOL PRIMERA CATALANA
Roban a varios jugadores del Borges mientras entrenaban
El club denuncia la desaparición de varios móviles, carteras y dinero en metálico
El CF Borges ha denunciado el robo de teléfonos móviles de gama alta, carteras y dinero en metálico a varios de sus jugadores de la primera plantilla, el pasado viernes, mientras se estaban entrenando en las instalaciones del Camp Municipal Ramon Espasa, en Les Borges Blanques. “Hay varis entradas a las instalaciones y alguien entró en los vestuarios aprovechando que había una puerta abierta”, explicaba ayer el presidente del club, Jordi Macià.
El club denunció el hecho en un comunicado que difundió a través de sus redes sociales. “Los jugadores del primer equipo sufrieron un robo durante el entrenamiento del viernes, en unas instalaciones completamente abiertas y sin ningún tipo de vigilancia o responsable presente”, explicaba. Macià añade que el robo afectó a una decena de futbolistas del equipo, que juega en Primera Catalana. “Robaron seis móviles por valor de entre 800 y 1.200 euros cada uno, pero además del valor material, está el disgusto y los problemas que genera el robo de documentación o tarjetas de crédito”, añadía.
La lísta de víctimas pudo ser mayor, pero uno de los jugadores se lesionó durante ese entrenamiento, por lo que regresó al vestuario antes de lo previsto, lo que probablemente hizo huir al autor o autores del robo. “Cuando entró vio varios móviles alineados y avisó enseguida a sus compañeros”, explica Maciá. Detalla que “por la instalación pasa mucha gente y hay dos entradas. No es difícil que alguien pase desapercibido, pero está claro que vamos a tomar medidas para que una cosa así no vuelta a suceder. Cerraremos las puertas con llave o veremos qué protocolos se pueden establecer”, añadió.
Los robos en vestuarios son relativamente frecuentes cada temporadfa y en la actual varios clubes, también algunos de base, han denunciado robos en sus instalaciones. De hecho, el pasado mes de noviembre, tal como publicó SEGRE, el At. Segre expulsó a un jugador juvenil después de que fuera sorprendido por las cámaras que el club tiene en sus instalaciones, robando la cartera de un compañero a la finalización de un partido. Aunque lo negó, la prueba de la cámara fue concluyente.