Los conductores imputados por drogas pasan de 25 a 116 en un año en Ponent

Los Mossos d'Esquadra registraron el año pasado un total de 1.229 denuncias por delitos de tráfico en las carreteras leridanas mientras que los conductores imputados por consumo de drogas se cuadruplicaron en Ponent, pasando de 25 a 116. Continúa la preocupación por la 'normalización' del alcohol al volante.

Las denuncias penales a conductores que circulan al volante pese a haber consumido sustancias estupefacientes se ha disparado en las comarcas leridanas. Concretamente, en Ponent, los Mossos d’Esquadra imputaron el año pasado cuatro veces más que en 2022. Según los datos proporcionados por la Policía catalana a este diario, las denuncias a conductores por consumo de drogas el año pasado fueron un total de 116, frente a las 25 de un año antes, lo que supone que la cifra se ha cuadruplicado. Un aumento, aunque mucho menor, que también se ha registrado en las comarcas del Pirineo, con 13 denuncias penales a conductores drogados, tres más que en 2022. “Tenemos un problema con el consumo de drogas en las carreteras”, señala Damià Larriba, jefe del área regional de Tráfico en Ponent de los Mossos d’Esquadra. 

En este sentido, afirma que también se han incrementado las denuncias administrativas por drogas al volante, con un total de 1.229, un 35% más. “Hay más formación por nuestra parte y una adecuación a la normativa pero hemos detectado una sensación de cierta normalización de ciertos consumos al volante pese a los riesgos que ello conlleva”, explica. De hecho, cuenta que el año pasado llevaron a juicio a un conductor por consumo de drogas cinco veces, hasta que finalmente ingresó en prisión. En la misma línea, Lluís Muñoz, jefe de Atestados de Tráfico de la región policial Alt Pirineu i Aran, señaló que se hacen más controles, por lo que aumentan las denuncias por drogas como marihuana o cocaína.

En total, el año pasado los Mossos instruyeron un total de 1.229 delitos contra la seguridad viaria en las comarcas leridanas, lo que supone un 3,6% más respecto a 2022. Más del 44,5% del total fueron imputados por conducir ebrios o drogados o ambos mientras que el 33,44% fueron denunciados penalmente por ir al volante pese a no tener carnet, con todos los puntos retirados o sin vigencia por orden judicial. En cuanto a las causas de siniestralidad, tanto Larriba como Muñoz señalaron el problema de las distracciones así como la irrupción de animales, que provocan más de cuatro de cada diez accidentes.