La sanidad catalana indemniza a una familia con 1,5 millones de euros por la paraplejia del hijo tras una operación menor

La aseguradora del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha indemnizado con 1,5 millones de euros a una familia por la paraplejia y otras secuelas graves que sufre el hijo a causa de una infección en el proceso anestésico de una operación en el Hospital Sant Joan de Déu. En 2019, Luca, que tenía un año, fue operado para hacerle bajar el testículo dentro del escroto (orquidopèxia), una cirugía sencilla y ambulatoria, pero pocas horas después, ingresó con un diagnóstico compatible con una sepsis. La abogada de la familia, Luisa Blanco, de la asociación El Defensor del Paciente, afirma que, en la anestesia, se inoculó a Luca una bacteria de origen intestinal (E. Coli) y que, además, sufrió un retraso diagnóstico de la infección una vez ya estaba en el UCI.

La familia de Luca interpuso una demanda por mala praxis médica después de que su hijo, que ahora tiene cinco años, quedara parapléjico al sufrir una grave infección en una cirugía. Ahora han llegado a un acuerdo con la compañía aseguradora del CatSalut, que consiste en una indemnización de 1,5 millones de euros.

En una rueda de prensa este jueves en Barcelona para explicar el caso, la abogada Luisa Blanco y los padres, Óscar y Carla (para preservar la intimidad del hijo no han dado los apellidos), han señalado que han aceptado la indemnización porque Luca necesita muchos cuidados y tratamientos, que suponen un gasto importante que la familia no puede seguir asumiendo. El padre dejó el trabajo para cuidar a Luca y la madre ha seguido trabajando porque necesitan el sueldo.

Luca tiene una paraplejia, sufre problemas de incontinencia con necesidad de sondajes y también lleva una válvula al cerebro que le colocaron a raíz de una hidrocefalia, otra complicación de la infección. “Luca empezaba a caminar entonces y ya no lo pudo hacer”, ha expresado la abogada, que ha dejado claro que no hay ninguna indemnización que pueda compensar secuelas como estas a un niño.

Blanco ha expuesto que Luca fue al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona para una cirugía considerada “banal”, pero que al día siguiente tuvo que ingresar por fiebre y malestar. La abogada de la familia explica que el niño fue empeorando y que nadie relacionó la infección con la anestesia de la operación, aplicada en la parte baja de la columna, muy cerca del ano.

Cuando llevaba una semana ingresado, observaron que el bebé tenía un bulto en la zona lumbar de la punción de la anestesia, que identificaron como una acumulación de grasa a través de una ecografía. Pero el día siguiente, el niño no podía mover las piernas y una resonancia magnética reveló un absceso (acumulación de pus) que le comprimía la médula, que le provocó la paraplejia.

La abogada defiende que se había inoculado E. Coli en la punción de la anestesia en la zona de la columna vertebral, después de que un cultivo confirmara la presencia de la bacteria, y lo atribuye a “una deficiente técnica aséptica” en la operación. También habla de un retraso diagnóstico “grave” e “inaceptable” durante el ingreso posterior por la infección, que supuso “negarle el tratamiento necesario” y “urgente”.