LLEIDA
El Arnau atiende 1.300 visitas al año de pacientes con epilepsia
Un desorden neurológico que puede aparecer en cualquier momento de la vida
El Servicio de Neurología del Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida atendió el año pasado un total de 1.309 visitas de pacientes con epilepsia (364 primeras visitas y 945 sucesivas). Se trata de un desorden neurológico que se caracteriza por crisis epilépticas recurrentes y las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales que se pueden derivar. Junto con el Servicio de Neurofisiología, se hacen una media de 1.350 electroencefalogramas cada año.
La epilepsia, cuyo Día Mundial se celebró ayer, afecta a 400.000 personas en el Estado y cada año se diagnostican 20.000 casos nuevos. Puede aparecer en cualquier momento de la vida y sus manifestaciones son variadas. Caer al suelo, sufrir movimientos convulsivos y sacar espuma por la boca solo son las manifestaciones más graves. Muchos afectados nunca presentarán convulsiones y pueden tener episodios de alteración de la conciencia durante los que hacen actos motores automáticos mientras que otros presentan espasmos en los brazos. Asimismo, hay niños con episodios de ausencia de conciencia de segundos de duración. El doctor Àlex Quílez, neurólogo del Arnau, explica que las causas pueden ser genéticas (más frecuente en epilepsias de inicio infantil), infecciosas, inmunológicas y estructurales (daño cerebral adquirido o malformaciones cerebrales). El diagnóstico se hace mediante datos clínicos con el apoyo de exploraciones como el electroencefalograma y la resonancia magnética. El tratamiento principal se basa en fármacos que modulan y disminuyen la excitabilidad de las neuronas. Con los fármacos adecuados hasta el 70% de los pacientes pueden controlar las crisis mientras que en el resto de casos puede ser necesario llevar a cabo estudios más complejos y utilizar otras terapias como la neuroestimulación. La investigación ha permitido mejorar el diagnóstico, nuevos test genéticos, fármacos dirigidos y el progreso de las técnicas quirúrgicas.
“Debemos evitar que se golpeen si tienen espasmos”
■ “Si un día presenciamos que una persona está sufriendo una convulsión, debemos evitar que se pueda golpear durante los espasmos. No se debe introducir un objeto en la boca, ya que podemos causar más daños. Además intentaremos determinar la duración de la convulsión y, una vez haya cedido, entre 1 y 3 minutos, colocaremos a la persona en posición de seguridad y la iremos estimulando para valorar el grado de recuperación de la conciencia”, explica el doctor Quílez.