ARQUEOLOGÍA INVESTIGACIÓN
Descubren casos de síndrome de Down en la península Ibérica durante la edad del hierro
El tipo de sepultura que recibieron hace creer a los investigadores que eran apreciados por sus comunidades
Una investigación internacional que ha analizado el genoma de cerca de 10.000 individuos antiguos ha identificado tres casos de síndrome de Down a yacimientos de la primera edad del hierro de Navarra, de hace entre 2.800 y 2.500 años. En uno de estos lugares también se ha encontrado un caso con síndrome de Edwards, el primero identificado en población arqueológica. Todos murieron antes o poco después de nacer y recibieron sepultura en el interior de casas, algunos con ajuar incluido. En opinión de los investigadores, eso demuestra que fueron apreciados por sus comunidades. Los tres casos encontrados en Navarra forman parte de los seis que se han encontrado al conjunto de la investigación, participada por la UAB, todos de bebés. El estudio se ha publicado en 'Nature Communications'.
El trabajo es uno de los primeros estudios sistemáticos de cribado genético en muestras humanas antiguas en busca de condiciones genéticas poco comunes, como las trisomías cromosómicas, caracterizadas por la presencia de tres copias de un cromosoma en vez de las dos habituales.
Una de estas condiciones es el síndrome de Down o trisomía 21, causada por una copia adicional del cromosoma 21, que se da aproximadamente en 1 de cada 1.000 nacimientos. Se ha realizado a partir de un nuevo método estadístico de secuenciación genómica, complementado con una revisión osteológica de los casos identificados y del registro arqueológico existente.
De los cinco individuos prehistóricos con síndrome de Down, tres pertenecen a los yacimientos navarros de Alto de la Cruz y Las Eretas, correspondientes a la edad del hierro de Navarra (hace entre 2.800 y 2.500 años), y dos fechan de la edad del bronce (hace entre 4.700 y 3.300 años) de Grecia y Bulgaria.
El sexto procede del cementerio situado en una iglesia de Finlandia fechado en los siglos XVII-XVIII. Además, procedente del yacimiento de Alto de la Cruz se ha identificado un caso de síndrome de Edwards o trisomía 18, más raro y severo que el síndrome de Down, con un índice de afectación aproximado de 1 de cada 3.000 nacimientos. Se el primero del mundo identificado en población arqueológica.
Según el análisis de los restos óseos, todos los individuos murieron antes o poco después de nacer. Sólo el caso de Grecia llegó al año de vida.
Con respecto a los entierros, todos tuvieron lugar en el interior de casas, dentro de los asentamientos, algunos con ajuar, como los casos de Grecia y Bulgaria y de una niña con síndrome de Down de Alto de la Cruz, que fue sepultada con un rico depósito funerario (un anillo de bronce, una concha y restos de tres ovinos o caprinos), en un lugar que posiblemente fue de culto.
"Creemos que estos entierros muestran que estos individuos eran cuidados y queridos como aparte de sus antiguas sociedades", ha afirmado Adam Ben Rohrlach, autor principal del estudio.
Les comunidades ibéricas de la edad del hierro tenían un ritual funerario particular: contra la costumbre dominante, que era la incineración, algunos prematuros y recién nacidos eran sepultados en las casas o lugares intramuros. Aun así, el hallazgo de los cuatro casos con afecciones genéticas en dos poblados próximos y contemporáneos ha sorprendido al equipo de investigación.
"De momento no podemos decir a qué se podría deber, pero sabemos que pertenecían a los pocos bebés que recibían el privilegio de ser enterrados dentro de las casas después de la muerte. Eso ya es un indicio que eran percibidos como niños especiales y valiosos para la comunidad, pero necesitaremos ampliar más la investigación con individuos del mismo periodo de otros yacimientos para formular hipótesis sobre los ritos que pueden haber llevado a eso", ha indicado Roberto Risch, arqueólogo de la UAB y coautor del trabajo.