Descubren el secreto de la longevidad de los óvulos
Un equipo del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona ha descubierto en un estudio con ratones un mecanismo que explica cómo los ovocitos retienen y degradan proteínas tóxicas para preservar la fertilidad a largo plazo.
Los ovocitos son óvulos inmaduros que se desarrollan en casi todas las hembras mamíferas antes del nacimiento y la propagación de generaciones futuras depende de que esta reserva finita de células sobreviva durante muchos años sin sufrir daños --en ratones puede traducirse en un periodo de 18 meses y en humanos puede durar casi medio siglo--, ha informado el CRG este martes en un comunicado.
El estudio, publicado en 'Cell', se centra en los agregados de proteínas, que son grupos de proteínas dañadas, y si no se controlan, estas sustancias nocivas se acumulan en el citoplasma y tienen efectos altamente tóxicos.
En general, las células gestionan los agregados descomponiéndolos con encimas especializadas, o también se pueden dividir en dos nuevas células, concentrándolos en una de las células sin afectar a la otra.
Sin embargo, en el estudio se señala que los ovocitos no son como otras células, y su larga vida significa que no pueden disipar sustancias tóxicas a través de la división celular, y descomponer constantemente los agregados de proteínas es una estrategia inviable ya que requiere mucha energía, lo que los hace "sensibles" a los efectos de las proteínas mal reunidas o dañadas.
La jefe del grupo de Biología de Ovocitos y Latencia Celular del CRG, Elvan Böke, ha afirmado que la forma en que los ovocitos de los mamíferos se enfrentan a la agregación de proteínas estaba "esencialmente sin estudiar".
Los investigadores comenzaron recolectando miles de ovocitos inmaduros, óvulos maduros y embriones en estado de desarrollo primerizo de ratones, y con tintes especiales observaron cómo se comportan los agregados de proteínas.
Descubrieron estructuras especiales en los ovocitos, que llamaron conjuntos vesiculares endolisosomales (Elva) y de las que hay unas 50 por ovocito, y revelaron un "momento crucial" durante la etapa de maduración del ovocito cuando se convierte en un óvulo maduro, preparándose para la ovulación y la posible fecundación.
En ese etapa, los investigadores observaron que los Elva se mueven hacia la superficie de la célula y descomponen los agregados de proteínas, esencialmente limpiando el citoplasma en profunidad.
"Un ovocito debe dar todo su citoplasma al embrión en el momento de la fecundación, por lo que no se puede permitir que se acumule basura, que supondría un riesgo existencial para su función", ha señalado el coautor del estudio del CRG Gabriele Zaffagnini, quien ve en los Elva una red de eliminación de residuos.
Los hallazgos del estudio del CRG abren nuevas vías para comprender cómo los ovocitos se mantienen sanos y qué hace que estas estrategias fallen con la edad: cuando el equipo científico obligó a los embriones a heredar proteínas agregadas, el 60% no consiguió completar etapas muy primerizas de desarrollo.