Leridanas referentes de la resistencia

Leridanas como referentes de la resistencia al franquismo, al fascismo y al nazismo aparecen en una iniciativa del Memorial Democràtic para reivindicar la figura de doce mujeres. Se enmarca dentro del proyecto WIRE, Women in Resistance, que nace con el objetivo de situar el papel de las mujeres, como agentes y víctimas, en el centro de las narrativas históricas actuales de resistencia en Europa para ayudar a remodelar el discurso de la memoria democrática y sus valores asociados. No solo se trata de identificar mujeres que participaron en varios movimientos de resistencia, sino que se busca reconstruir y dar a conocer públicamente la memoria de estas mujeres, muchas de las cuales hicieron de la resistencia una condición de vida.

Asimismo, el proyecto quiere cambiar la narrativa y demostrar que la resistencia no fue necesariamente armada ni violenta e identificar a las mujeres “como sujetos activos y conscientes” de esta lucha, más de que como víctimas o heroínas. De esta forma, el dossier propone diferente material didáctico para que los alumnos puedan trabajarlo en las aulas para adentrarse en la realidad de la postguerra española y el contexto de la Segunda Guerra Mundial a través de sus acciones individuales. El proyecto está dirigido a intentar dar visibilidad y recuperar el papel de la mujer en los movimientos de resistencia en Europa “a veces oculto y menospreciado en la historiografía”. Según los impulsores, “esta mirada feminista es imprescindible para comprender la complejidad de los procesos históricos que se estudian en las aulas”. Entre las referentes que aparecen en este dossier hay cinco leridanas. La primera de ellas es Conxita Grangé, originaria de Espui, y superviviente del campo de concentración de Ravensbruck. El material resalta que Grangé “no dudó en enrolarse a la resistencia interior en Francia contra los nazis con su familia, compromiso que mantuvo incluso después de ser deportada, sin libertad y en las condiciones inhumanas de los campos nazis saboteando armamento y los materiales que les obligaban a fabricar”. En la lista también figura Generosa Cortina, de Son (Pallars Sobirà), que formó parte de una red de información belga. Su labor consistía en hacer de buzón de información que llegaba a su casa y junto a su marido, originario de Escart, en el Sobirà, también participó en el rescate de aviadores aliados. Fue deportada al campo de concentración de Ravensbrück. Grangé y Cortina fueron reconocidas por el Gobierno francés por su contribución a la lucha contra la ocupación nazi.Otra de las figuras que reivindica el Memorial Democràtic es la de María Castelló Ibarz, nacida en Mequinensa, que participó en la resistencia francesa junto a su familia y que fue deportada a los campos nazis de Dachau y Ravensbrück. También se habla de la vida de la histórica sindicalista Carme Casas Godessart, nacida en Alcalà de Gurrea (Huesca) pero que a los 13 años se mudó a vivir a Almacelles junto a su familia. Asimismo, el dossier trata sobre la figura de Elvira Ballesté Naval, de Albelda, para explicar la represión que sufrió ella misma y su familia por la dictadura franquista tras la Guerra Civil.