Fiesta de palmas y devoción

Después de que el viernes Bellpuig abriera de forma ‘oficial’ las procesiones de Semana Santa, ayer se sumaron a la tradición religiosa numerosas localidades de toda la provincia en un Domingo de Ramos de bendiciones de palmas y con una Processó dels Dolors en la capital del Segrià que congregó a miles de leridanos por el centro de la ciudad, entre fieles, paseantes y curiosos. Cabe destacar que la fiesta dominical que da inicio a la Semana Santa culminó a última hora con la singular procesión de Alfarràs, con escenas religiosas protagonizadas por los propios vecinos caracterizados como personajes de esta historia bíblica.

La Processó dels Dolors de Lleida, con una comitiva formada por más de un millar de personas, partió puntual a las 19.30 horas desde el oratorio de la calle Cavallers, encabezada por la escuadra romana de los Armats dels Dolors. Tras la cofradía de La Mercè, con sus estandartes y grupo de tambores y bombos, se situaron en el desfile hasta nueve pasos –con escenas desde la de la presentación del Niño en el Templo, el Nazareno o el Cristo crufificado hasta la Soledad de la Virgen María–, además de la Unió de Portants del Sant Crist de Sant Llorenç. Una larga comitiva de cofradías y de la asociación Els Pagesos que precedieron a la Congregació dels Dolors, con el tabernáculo de la Virgen y sus penitentes con cruces de madera al hombro y arrastrando cadenas con grilletes en los tobillos. Las autoridades, con el alcalde, Fèlix Larrosa, y el obispo, Salvador Giménez, cerraron el desfile, que fue retransmitido en directo por Lleida TV.En Alfarràs, más de 150 vecinos de todas las edades volvieron a convertirse en personajes de una procesión viviente con decorados montados sobre carros tirados por tractores, que se escenificó por primera vez en los años 70 y se recuperó a principios de este siglo.