¿Comer o pagar la luz?

Marisol, una exitosa agente inmobiliaria, y Gabriel, un talentoso músico, eran personas con vidas normales hasta que la crisis económica les arrebató sus fuentes de ingresos. Estos son solo dos ejemplos de historias comunes que se tornan complicadas de la noche a la mañana. Personas como Candela, Alejandro, Amparo y muchos más, de repente se encuentran sin dinero para pagar el alquiler, la calefacción, las actividades extracurriculares de los niños o incluso para alimentarse.

La pregunta es difícil: "¿Pagarías la factura de la luz o comprarías comida?". Es el dilema que plantea Cruz Roja, una invitación a ponernos en los zapatos de aquellos que, como Candela, de 55 años, se vieron sumidos en la depresión tras perder a su pareja, quedando incapacitada para trabajar.

En momentos de crisis, la ayuda de emergencia es esencial, pero también lo es la creación de una red de apoyo para avanzar y recuperar la normalidad. Concientizar sobre esta realidad es crucial, y es por eso que Cruz Roja ha lanzado un experimento que nos invita a ponernos en el lugar de aquellos que han recurrido a esta ONG en busca de ayuda.

A través de una exposición que relata las historias de estas personas a través de sus zapatos, ocultando una etiqueta con sus testimonios de vida, se nos presenta la cruda realidad de quienes luchan por salir adelante. Desde Amparo, una joven que tras finalizar sus estudios universitarios se encuentra con dificultades para insertarse en el mercado laboral, hasta Herminia, cuidadora de su madre dependiente, cada historia refleja la lucha diaria por sobrevivir.

El recorrido concluye con la proyección del cortometraje "Nadie daba un duro" de Benito Zambrano, que muestra la importancia del ingreso mínimo vital (IMV) en la vida de las personas afectadas por la pobreza energética y la falta de recursos.

Además, Cruz Roja ha puesto en marcha un experimento que destaca la importancia de los itinerarios de inclusión activa, ofreciendo acompañamiento y formación a aquellos que lo necesitan. Los primeros resultados muestran mejoras significativas en el bienestar emocional y las competencias laborales de los participantes, destacando la relevancia de estas intervenciones en momentos de dificultad.