¿Por qué seguimos recibiendo llamadas basura, si la ley lo prohíbe?
El pasado mes de junio, entró en vigor la Ley de Telecomunicaciones que prohíbe que se reciban llamadas spam sin consentimiento. No obstante, organizaciones de consumidores como Facua y OCU denuncian que la ley no se está cumpliendo. Miguel Àngel Serrano, vicepresidente de Facua, asegura que "muchos consumidores denuncian que no paran de molestarlos con llamadas comerciales." "Se están saltando la normativa. Porque es imposible que el usuario haya dado consentimiento a tantísimas llamadas comerciales de tantísimas empresas y establecimientos."
La Organización de Consumidores y Usuarios ya detectó a finales de año que 9 de cada 10 personas siguen recibiendo llamadas indeseadas, y el 50% lo cuantificaban entre 1 y 5 llamadas en el mes.
Uno de los motivos que explicarían que seguimos recibiendo ofertas telefónicas sin consentimiento, según la OCU, es que a menudo las empresas acaban traspasándose los datos entre ellas. Esther Lorente, delegada de la organización en Cataluña, explica cómo funciona la compraventa de datos personales: "A veces, las mismas comercializadoras o grandes empresas de telefonía derivan sus servicios en otras empresas de telemarketing que tienen subcontratadas. Les traspasan los datos y aquí ya se pierde el control."
También denuncian que a menudo es difícil saber qué compañía está realmente detrás de estas comunicaciones. "A veces se para la llamada cuando descuelgas y no se siente nada y no podemos denunciar porque no sabemos quién está llamando", lamenta Lorente.?
La organización exige que se monitorice el cumplimiento de la legislación a través de auditorías y anima a los particulares a denunciar ellos mismos estos casos a través de la web del AEPD. "A menudo nos olvidamos y no lo hacemos porque es una llamada de un minuto, pero si puedes identificar la empresa se puede evitar este spam", indica.
Desde la OCU valoran positivamente la prohibición –con excepciones– de las llamadas comerciales, pero critican que a veces el consentimiento exprés que permite a las empresas seguir haciendo llamadas comerciales está escondido en la letra pequeña de largos documentos de términos y condiciones que el usuario medio de internet no siempre lee atentamente. "Si está oculto, no tendría que servir", razona Lorente. En este sentido, considera que las multas del regulador de protección de datos tendrían que ser más elevadas y actuar como efecto disuasivo para que se cumpla la ley. Hay que recordar que la normativa no prohíbe las llamadas automáticas en las cuales no interviene ningún ser humano y que cada vez más utilizan la inteligencia artificial.