Las Caramelles desafían a la lluvia

La lluvia intermitente que hizo acto de presencia durante la mañana de ayer no impidió la celebración en las comarcas de Lleida de las tradicionales Caramelles del Domingo de Pascua, desde el llano al Pirineo. Los cantaires desafiaron al mal tiempo y salieron a las calles de sus localidades para mantener viva esta tradición. En Tàrrega, las voces de la Coral Infantil Mestre Güell sonaron por las calles de la capital del Urgell y de El Talladell. La cantata se completó con bailes de los jóvenes del Esbart Albada. También, como novedad, se sortearon monas de pastelerías de la ciudad. En La Fuliola y Boldú fueron a cargo del Ateneu Popular y de la AFA de la escuela y la llar d’infants. En Verdú, el músico local Eduard Boleda anunció que era la última vez que las dirigía y, además, se inauguró un mural de cerámica en honor a esta tradición después que la obra estrenada el año 2022 desapareciera al cabo de unos meses. Este vez lo ha financiado el consistorio en agradecimiento a todos aquellos que mantienen viva esta tradición después que el primero se pagara con donativos de las Caramelles. Es obra de Magí Sambola. En Castellserà celebraron la 98 edición gracias a la Coral Flors d’Urgell. En Agramunt, con el Grup Caramellaire Aires del Sió y la Escola Municipal de Música, fue la cantata número 43. En Cervera, estuvo organizada por la Coral Infantil Nova Cervera. La Massa Coral Els Cantaires de Juneda también salió a la calle. En Salàs de Pallars, donde hace más de 120 años que se celebran, hubo un numeroso público. También hubo en Guissona, Artesa de Segre, Ponts y Organyà, entre otras localidades.