LLEIDA
La Mona gana a la lluvia
Cientos de leridanos acudieron a campings, parques y torres de toda la provincia para comer este dulce en familia
Un chaparrón dejó por la tarde 2,8 litros por metro cuadrado en media hora
El Lunes de Pascua puso ayer el broche final a la Semana Santa y, siguiendo con la tradición, cientos de leridanos acudieron a campings, parques y torres de toda la provincia para comer la Mona en familia o con amigos. El mal tiempo de los últimos días respetó las comidas campestres, aunque sobre las cinco de la tarde cayó un chaparrón que en la ciudad de Lleida dejó 2,8 litros por metro cuadrado en media hora. “Cada año nos juntamos entre 12 y 15 personas para celebrar la Mona al aire libre. Los niños se van haciendo mayores y empiezan a hacer sus planes, pero nosotros mantenemos la tradición con los más pequeños, que se lo pasan en grande. Ya no se pueden hacer barbacoas así que nos traemos la comida de casa y hacemos un picnic”, aseguraba un grupo de amigos y familia que se encontraba en Les Basses de Alpicat, uno de los parques más concurridos de la capital del Segrià junto a La Mitjana. A pesar de la prohibición de encender fuegos, la Guardia Urbana tuvo que impedir algunas barbacoas en Les Basses.
Por su parte, Tàrrega reabrió de nuevo con éxito el camping municipal para celebrar el Día de la Mona. La propuesta del ayuntamiento tuvo muy buena acogida ya que, a pesar del viento, medio millar de personas habían reservado mesa para poder comer allí este dulce típico. Esta fue la sexta edición de esta iniciativa que se estrenó el 2017 y se mantuvo hasta el 2019 para retomarla el 2022.
A partir de mediodía, los asistentes pudieron disfrutar de juegos infantiles y utilizar las barbacoas habilitadas para la ocasión. El objetivo del consistorio es ofrecer una alternativa para comer la Mona al aire libre sin que los vecinos tengan que desplazarse de la ciudad. Algunos participantes hicieron una valoración “muy positiva” de la iniciativa y de las instalaciones, a la vez que celebraron el buen tiempo. Otro punto del Urgell muy concurrido fue el Parc de Montalbà de Preixana, donde se celebró el 52 aniversario del Aplec de Montalbà. También el templo de Santa Maria de Solà en Lloberola abre cada año sus puertas en esta fecha. Se trata de una jornada de reencuentro en la que los vecinos de este núcleo de Biosca celebran una misa y veneran la talla románica. A la salida de la ermita, regalan a cada visitante un ramo de flores y un pan bendecido. La celebración acoge cada año a más de un centenar personas. También acogieron encuentros los templos de L’Aguda en Torà y de Sant Pelegrí en Biosca.