La mortalidad relacionada con el calor aumenta alrededor de un 30% en Europa en los últimos 20 años
El cambio climático causó pérdidas de más de 13.400 millones a Europa en 2023
La mortalidad relacionada con el calor ha aumentado alrededor de un 30% en Europa en los últimos 20 años, según estimaciones del informe anual sobre el estado del clima en Europa elaborado por el Servicio Europeo de Cambio Climático Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas.
Ademas, el estudio --basado en datos y análisis científicos-- añade que el cambio climático causó pérdidas por valor de más de 13.400 millones de euros a Europa en 2023, un 81% de ellas debido a las inundaciones.
"La crisis climática es el mayor desafío de nuestra generación. El costo de la acción climática puede parecer alto, pero el costo de la inacción es mucho mayor. Como muestra este informe, debemos aprovechar la ciencia para proporcionar soluciones para el bien de la sociedad", ha advertido la secretaria general de OMM, Celeste Saulo.
El informe "pone de manifiesto la alarmante tendencia al aumento de las temperaturas y los efectos del cambio climático en toda Europa", ha reaccionado la Comisión Europea en un comunicado.
"Europa es el continente que se calienta más rápido, con temperaturas que aumentan aproximadamente el doble del ritmo promedio mundial", alerta el informe, que evidencia que 2023 fue el año más cálido registrado, con temperaturas que estuvieron por encima de la media durante 11 meses del año, incluyendo el septiembre más cálido jamás registrado.
Además, en 2023 se registró un número récord de días con estrés por calor extremo, mientras que en los últimos 20 años, la mortalidad relacionada con el calor ha aumentado alrededor de un 30%, y se estima que las muertes relacionadas con el calor han aumentado en el 94% de las regiones europeas monitoreadas.
El texto alerta de que esta tendencia es "particularmente preocupante", dado que Europa está experimentando un número cada vez mayor de días de estrés por calor.
Además de los desafíos que las olas de calor presentan para la salud, hay otros fenómenos meteorológicos extremos que afectaron gravemente a las personas en Europa en 2023, pues según estimaciones preliminares de la Base de Datos Internacional de Desastres (EM-DAT), el año pasado en Europa, 63 murieron debido a tormentas, 44 en inundaciones y otras 44 por incendios forestales.
Los niveles de precipitaciones fueron un 7% superiores a la media en 2023, lo que aumentó los riesgos de inundaciones en muchas zonas de Europa, y la temperatura media de la superficie del mar en toda Europa fue la más alta jamás registrada. Durante 2023, un tercio de la red fluvial europea registró caudales superiores al umbral de inundación "alto" y un 16% superó el umbral de inundación "grave".
Asimismo, se observaron caudales fluviales récord o casi récord en las principales cuencas fluviales, incluidos el Loira, el Rin y el Danubio, debido a una serie de tormentas entre octubre y diciembre y según las primeras estimaciones, las inundaciones de 2023 afectaron a aproximadamente 1,6 millones de personas en Europa y causaron alrededor del 81% de las pérdidas económicas del año debido a los impactos climáticos en el continente.
Riesgo de pérdidas billonarias
La Comisión Europea ya advirtió también de una reducción de hasta 2,4 billones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de la UE entre 2031 y 2050 si el calentamiento global continúa superando el umbral de 1,5 grados del Acuerdo de París.
"Según una estimación conservadora, el empeoramiento de las repercusiones climáticas podría reducir el PIB de la UE en torno a un 7% a finales de siglo", señala la comunicación del Ejecutivo comunitario sobre gestión de riesgos climáticos publicada el pasado 12 de marzo.
Este documento también aludía al riesgo que supondrán las inundaciones en las próximas décadas y estimaba que los daños anuales en Europa por inundaciones costeras podrían superar los 1,6 billones de euros para 2100, con 3,9 millones de personas expuestas a estos desastres cada año.
En base a estas predicciones, Bruselas hizo un llamamiento a la acción a todos los niveles en cuatro ámbitos de actuación principales e invitó a los Estados miembro a aplicar las políticas existentes y a actualizar los planes nacionales de energía y clima previstos para junio.