'Òpera i salnitre' narra cómo la fortuna de un vecino de Sort exiliado en Chile sirvió para construir el Palau de Marivent

El libro 'Òpera i salnitre' del historiador Cisco Farràs narra cómo la fortuna del pallarés Matías Granja sirvió para construir el Palau de Marivent de Mallorca, actual residencia de verano de los reyes de España. Granja emigró muy joven al norte de Chile donde hizo "una extraordinaria" fortuna gracias a la extracción, manipulación y exportación de salitre. El historiador Cisco Farràs ha publicado la bibliografía de Matías Granja con el objetivo de dar a conocer a uno de los personajes "más enigmáticos y desconocidos" de la historia contemporánea del Pallars.

Farràs ha explicado que el Palau de Marivent lo hizo construir el artista y diplomático griego, Juan de Saridakis, con la fortuna de su mujer, el artista y escultora Laura Mounier, quién fue segunda mujer de Matías Granja y heredó el 50% de su fortuna.

El artista griego murió el año 1963 y en el testamento deja el Palau de Marivent y todo el contenido artístico a la Diputación Provincial con la condición que se instalara un museo y una escuela de arte.

Farràs ha explicado que diez años después de su muerte la historia dio un giro. La Diputación decidió "por su cuenta" entregar el Palau de Marivent a Juan Carlos I y a su familia para que pudieran disfrutar de las vacaciones. Esta operación no gustó a los herederos del artista griego, que, el año 1978, interpuso una demanda contra la Diputación para incumplir un legado testamentario. Aunque no consiguieron que les devolvieran la propiedad del palacio sí que consiguieron, mediante una sentencia, que los devolvieran todos los bienes muebles: 1.300 obras de arte, 2.000 volúmenes de la biblioteca y centenares de muebles de arte.

El historiador pallarés ha recordado que el Palau de Marivent actualmente está decorado con obras y muebles de Patrimonio Nacional, "nada que ver con la auténtica historia de un edificio construido con el dinero que el niño de casa Gacha de Sort amasó en el desierto de Atacama". Farràs reivindica que el Palau tendría que volver a ser un museo como el testamento de Saridakis así lo indicaba.

Del Pallars al desierto de Atacama

Matías Granja se marchó de Sort de joven aconsejado por su padre. Un año durante la misa de gallo entró en la iglesia de la capital del Pallars Sobirà con un fajo de paja y le prendió fuego. A pesar de apagarse rápidamente el incendio y no tener que lamentar daños personales su padre le aconsejó dejar el pueblo. Y así lo hizo y fue a Barcelona para posteriormente embarcarse hacia Chile.

Ya en Chile gracias a la acumulación de capital del comercio colonial pudo comprar y construir oficinas salitreras en el desierto de Atacama. El historiador y autor del libro ha explicado que este enriquecimiento, generado por el comercio y las finanzas, iba asociado a un rápido proceso de ascenso social por el cual los nuevos ricos adquirían los "símbolos de lujo y ostentación propios de la vieja aristocracia". Uno de estos símbolos era la afición por la ópera y el teatro. De aquí el título del libro.

Recuerdo de Sort

El libro describe a un hombre "duro, huraño, implacable con los negocios y poco dispuesto a rememorar pasados tenebrosos", pero Cisco Farràs ha narrado que esta visión queda matizada al comprobar que bautizó las tres oficinas salitreras que poseía en el distrito de Aguas Blancas: Pepita, Cota y Bonasort.

Farràs ha dicho que "es muy posible" que el nombre femenino esté asociado al recuerdo que siempre mantuvo de su hermana Josefa muerta en Sort el año 1980 a los 20 años. Los otros dos nombres hacen referencia a la casa de Sort donde nació y el otro remite a la fortuna y a la capital del Pallars Sobirà.

Exposición en Salàs de Pallars

En el Salón de Salàs de Pallars, en el Pallars Jussà, coincidiendo en la edición del libro se ha estrenado una exposición sobre el 'Nitrato de Chile'. La muestra contiene documentación de la empresa de salitre de Granja y mucha cartelería de aquella marca chilena que acabó exportando a todo el mundo.

Una de las imágenes que ha quedado fijada en el imaginario popular de muchos catalanes es el mosaico de Nitrato de Chile ubicado en Castellolí (Anoia). En la muestra de Salàs se puede ver una réplica de este mosaico. El jinete del Nitrato de Chile es un icono publicitario que Cisco Farràs compara con el Toro de Osborne, el Tío Pepe o el mayordomo de Netol.