Lluvia de confeti y chispas

La cultura popular brilló ayer con todo su esplendor en el día grande de la Festa Major de Lleida. El Ofici Solemne en honor a Sant Anastasi, en la Catedral Nova, inauguró la jornada y ya entrada la tarde, una lluvia de confeti arrasó la rambla de Ferran con motivo de la Batalla de Flors. Un total de nueve carrozas y cinco grupos de animación, escoltadas por los Gegants de Lleida, los cabezudos y Lo Marraco, desfilaron por el emblemático paseo a ritmo de la música. La compañía sabadellense de animación Tutatis se estrenó en la Batalla y lo hizo con una mezcla de percusiones y un espectáculo de acrobacias con zancos. “Todo lo que se haga en las calles me parece fantástico”, explicó Miki Gelabert, director de Tutatis, que añadió: “Es en días como hoy cuando puedes ver a casi todo el mundo feliz”. Este año, la temática estrella de las carrozas fue el medio ambiente, pero también hubo algunas inspiradas en el circo o los videojuegos. El final de la Batalla se encadenó con el inicio del correfoc infantil y el público, todavía cubierto de confeti, emprendió su camino hacia la calle la Palma para presenciar otra lluvia, esta vez, de chispas. La Colla Infantil de los Diables de Lleida contó con la colaboración de los Diables Kids de l’Espluga de Francolí como grupo invitado. Belinda, de 12 años, y de la colla infantil de Lleida, aseguró que siente “una emoción y una adrenalina enormes” cuando participa en el correfoc. Llegada la noche, se celebró el espectáculo final en la plaza Sant Francesc a cargo de los Diables de Lleida, los Dimonis dels Trons y la amenización musical de La Devil’s Band. En total, estaba prevista la quema de unos 60 kg de pólvora entre ambos correfocs. Más tarde, se daba paso a tres conciertos en los Camps Elisis para poner el broche de oro a la jornada.