GUIA
Balaguer retrocede 600 años
El centro histórico se llenó ayer de gente en la segunda jornada de la feria medieval Harpia, marcada por las altas temperaturas
Isabel d'Aragó, la última condesa de Urgell, la gran protagonista
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
El lavadero de La Reguereta se llenó de niños y niñas que jugaban a lavar ropa como antiguamente. - GERARD HOYAS
Miles de personas llenaron ayer el centro histórico de Balaguer para participar en la segunda jornada de la Harpia, la feria medieval que durante todo el fin de semana ofrece recreaciones históricas, demostraciones de antiguos oficios, talleres y pasacalles protagonizados por damas, caballeros, bufones y mercaderes. Además del ya tradicional mercado en la plaza del Mercadal, con paradistas ataviados con trajes inspirados en la Edad Media, la plaza del Pou acogió un espacio infantil con juegos de combate, un taller de manuscritos con sellos de cera, atracciones y animación. La actividad estrella, sin embargo, tuvo como escenario el lavadero de La Reguereta. Los más pequeños se lo pasaron en grande jugando con el agua y aprendiendo cómo se lavaba la ropa antiguamente en una jornada que estuvo marcada por el buen tiempo y las altas temperaturas. No fue hasta la tarde cuando llegó uno de los momentos más esperados de la feria: la bajada de los condes de Urgell, Isabel d’Aragó y Jaume d’Urgell, acompañados de la Harpia, un ser mitológico que representa una mujer alada. En su recorrido desde el Castell Fermós, les siguieron un séquito de vecinos vestidos de época y el grupo de percusión Patakada de la Escola Municipal de Música. Tras el discurso de Isabel d’Aragó, la gran protagonista de esta edición puesto que conmemora el 600 aniversario de su muerte, tuvieron lugar el Salt y el Ball de Foc de l’Harpia. Este último corrió a cargo del grupo de diables Bèsties Ferèstegues de Balaguer. La jornada tenía previsto finalizar por la noche con una sesión golfa del dj Bufó, que pinchó música celta, medieval y folk en el espacio gastronómico de las tabernas, en el centro de la plaza del Mercadal.
El programa de la feria medieval continuará hoy con propuestas lúdicas para todas las edades.
«Los niños se lo pasan en grande» «Ayuda a conocer el oficio de tallista» «Hay una buena propuesta lúdica»