SEGRE

LLEIDA

Aplec de récord en récord

La fiesta ganará el próximo año al menos tres peñas tras haber sumado cuatro en esta edición

La Fecoll ve un “éxito rotundo” la edición de este año, con 15.000 peñistas y 200.000 visitantes

Algunes de les penyes de l’Aplec del Caragol, posant al pont Vell al final de la cercavila, just abans de tornar al recinte de la festa als Camps Elisis.

Algunas de las peñas del Aplec del Caragol, posando en el Pont Vell al final del pasacalles, justo antes de volver al recinto de la fiesta en los Camps Elisis. - MAGDALENA ALTISENT

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El Aplec del Caragol, la fiesta gastronómica más multitudinaria de Lleida, va de récord en récord, puesto que el próximo año ganará al menos tres peñas, que se sumarán a las cuatro nuevas de esta edición, que culminó ayer con un “éxito rotundo” y la “práctica ausencia de incidentes”, según los organizadores, la Federación de Colles (Fecoll).

El Aplec del Caragol, la fiesta gastronómica más multitudinaria de Lleida, cerró ayer una nueva edición de récord, y no será la última. Y es que la del próximo año, la número 44, volverá a batirlo puesto que a las 119 peñas actuales (4 más que en 2023) se sumarán otras tres “seguro” y probablemente una cuarta, según el presidente de la Federació de Colles de l’Aplec (Fecoll), Ferran Perdrix. Afirmó que el “techo” del Aplec lo marca el propio recinto de los Camps Elisis donde se celebra la fiesta y que para crecer aún más sería necesaria una ampliación de los servicios, como las tomas de agua. En todo caso, destacó la “práctica ausencia de incidentes” en la edición de este año y las ganas de fiesta “controlada” de los participantes. “Ha sido un éxito rotundo y la gente ha vivido la fiesta con intensidad”, subrayó. 

A los 15.000 peñistas se sumaron unos 200.000 visitantes, según la Fecoll. En cuanto a las incidencias, dijo que se registraron varios detenidos por pequeños hurtos (más información en página 9) y que los sanitarios efectuaron 136 asistencias, básicamente por quemaduras o cortes. Hubo que trasladar a dos personas al hospital, una por una intoxicación alimentaria y otra por una lesión en el tobillo que requería una radiografía.

La jornada de ayer comenzó con el pasacalles de los peñistas, que llenó de color y alegría las calles de la ciudad, y que finalizó con la imposición de las escarapela en los pendones. Después hubo actividades infantiles, y también para mayores, la tradicional comida en cada peña y por la tarde una ‘charangada’ puso el punto y final a la fiesta.

La Fecoll impulsó este año un estudio de impacto acústico, del que dispondrán datos definitivos la próxima semana. El presidente detalló que “hay muchos puntos de emisión de sonido”, por lo que habilitaron medidores que funcionaron las 24 horas durante los tres días de Aplec. Apuntó que los primeros resultados son “sorprendentes porque sin música, solo con la gente de las peñas, el nivel sonoro ya es muy elevado”. “El jaleo que se genera en una concentración de 15.000 personas es importante”, remarcó. Incidió en que el impacto sonoro de la fiesta es una de las preocupaciones de las ‘colles’ y que desde la Fecoll quieren “dar respuesta” y recalcó que de cara a próximas ediciones su objetivo es ser “lo máximo de sostenibles posible” con el entorno.

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