Patio de juegos en Camps Elisis

Lleida volvió a celebrar ayer por la tarde el Día Internacional del Juego con la decimosexta edición de Lleida Juga, la gran fiesta que organiza la red de ludotecas municipales en el paseo central de los Camps Elisis. El buen tiempo acompañó una jornada que ofreció todo tipo de propuestas lúdicas, desde juegos de construcción a circuitos sensoriales, magia, juegos de mesa y de experimentación, tradicionales de madera o talleres para la primera infancia. Todo ello con el objetivo de reivindicar el juego como elemento fundamental en el desarrollo de los niños y niñas. Cientos de familias participaron en la fiesta, que registró una mayor afluencia de público en los refrescantes juegos de agua y en las actividades musicales. El evento, que nació con un formato muy pequeño en el patio de la ludoteca de Cappont y no ha dejado de crecer año tras año, estuvo dinamizado por el equipo educativo de las cinco ludotecas municipales, voluntarios de la Universitat de Lleida (UdL) y profesionales de empresas y entidades colaboradoras. Por su parte, Verdú se convirtió ayer en la capital de los juegos tradicionales con la segunda edición del Bòlit. La Associació Alba, entidad organizadora, ha decidido rebautizar el evento con el nombre de este juego popular medieval que ha sido recuperado un grupo de mujeres de Anglesola. La plaza Major de este municipio del Urgell se llenó de gran diversidad de juegos de madera y tradicionales, que congregaron a más de 150 personas, entre los alumnos de la escuela Jardí, usuarios de las dos residencias de mayores de Verdú y personas con diversidad funcional vinculadas a los centros de recursos de la Associació Alba y Alba Jussà. Sobre el Bòlit, Xènia Boleda, dinamizadora comunitaria de Alba, explicó que “se trata de un encuentro de juegos tradicionales intergeneracional e inclusivo que cuenta con la participación de colectivos muy diversos de todas las edades” y defendió que “el juego es una herramienta inclusiva muy potente”.