Un republicano de Alguaire participó con 'La Nueve' en la liberación de París

Adolfo Pérez luchó bajo dos tricolores. La primera experiencia, la de las fuerzas leales en la Guerra Civil, le costó la derrota y el exilio. La segunda, como soldado de la Francia Libre, le trajo el reconocimiento de ese país por su contribución a la derrota del nazismo en forma de Cruz de Guerra con estrella de bronce.

Pérez protagonizó con la Tercera Sección de La Nueve, la legendaria compañía de la Division Blindada Leclerc con mayoría de republicanos españoles, la liberación del ayuntamiento de París la noche del 24 de agosto de 1944.¿Fueron héroes de guerra? Su capitan, Raymond Dronne, se refería así a sus soldados según documenta el historiador Diego Gaspar en Banda de Cosacos (Marcial Pons, 2022): “No eran santos; se trataba simplemente de hombres, pero en el sebtido completo y noble del término. Muchos no tenían oficio alguno; habían sido puestos a disposicion del engranaje de la guerra siendo muy jóvenes. Pero eran valientes y trabajadores”.A Pérez, uno de aquellos cosacos, la sublevación franquista le cogió con 24 años. 

Tres despues, en 1939, estaba en el exilio en Francia, donde reanudó la actividad militar para combatir a los nazis: el 3 de septiembre de 1939 se alistaba en el ejército francés en Le Barcarés, uno de los campos de refugiados en los que se hacinaban los exiliados republicanos, para desempeñar labores de intendencia, según ha documentado Gaspar.En el inicio de la segunda Guerra Mundial formó parte de uno de los RMVE, los Regimeintos de Marcha de Voluntarios Extranjeros que se convirtieron en una de las principales resistencias al avance nazi en Francia, una tarea que tuvo especial intensidad en el caso de los republicanos, que acumulaban la formación militar que conllevaba una guerra previa. 

Después, tras la deportación generalizada de tropas a África, se alista el 25 de junio de 1943, en Orán (Argelia), en el Cuerpo Franco de África, uno de los embriones de la FFL, las Fuerzas Francesas Libres, cuya intervención resultaría clave para el desenlace de la Gran Guerra. Allí, tras un paso por la undécima, se ubica en la novena compañía del tercer batallón del primer Regimiento de Marcha del Chad, La Nueve, encuadrada en la Segunda División Blindada del general Philippe Leclerc.

Esa unidad, que desembarcó en Normandía el 1 de agosto de 1944, tuvo una fuerte componente republicana: 144 de sus 160 miembros iniciales y 181 de los 360 (de 14 países) que pasaron por ella. Y una participación clave en la contienda, con la liberación del ayuntamiento de París la madrugada del 24 de agosto de ese año por las secciones segunda y tercera, a la que estaba adscrito Pérez como miembro de la dotación del carro de combate Santander, bautizado así en recuerdo de la batalla de agosto de 1937 en defensa de esa ciudad y equipado con un cañón antitanque.

Ese papel estaba resevado para las tropas estadounidenses, pero Leclerc cambió los planes sobre la marcha como premio a los cosacos, que llevaban como avanzadilla de la división desde la batalla de Ecouché, la primera (y sangrienta) gran victoria de los aliados en el avance hacia París, donde La Nueve sobrevivió a las bombas de los Panzer alemanes y al fuego amigo americano.

Horas después arrestaban al comandante nazi, el general Dietrich Von Cholitz, en el hotel Meurice, y, tras unos días de descanso, partían hacia el norte en una campaña que acabaría con la captura del Nido de Águilas, el refugio de Hitler en los alpes bávaros. Pérez no llegaría allí, puesto que cayó herido en Vaxoncourt, camino de Estrasburgo, el 19 de septiembre de 1944.

La quema de los archivos locales y las erratas documentales dificultan la pista

Adolfo Pérez nació el 26 de febrero de 1912 en Alguaire, según declaró él mismo el 3 de septiembre de 1939 al alistarse en el ejército francés en Le Barcarés, un campo de refugiados republicanos de la costa mediterránea, a 20 kilómetros de Perpignan, donde desempeñó labores de intendencia. En el Servicio Histórico de la Defensa francés aparece con el número de reclutamiento 3991. Entre esas dos fechas hay un vacío documental de 27 años originado por la quema de los archivos del ayuntamiento y de la parroquia de Alguaire en 1936, aunque tampoco aparece en el censo de 1934. Hay otros factores que dificultan el rastreo, como el manejo idiomático de los funcionarios, que unas veces lo anotaban como Adolfo y otras como Adolphe y que a veces se comían letras clave como una -a- de Alguaire para tenerlo por nativo de Alguire. Un indicio apunta a que se trataba de alguien con un claro posicionaiento ideológico: se alistó en el ejército francés solo dos días después de que la Alemania nazi desatara la segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia. Veinte vecinos de Alguaire tienen Pérez como primer apellido y otros veinte lo llevan como segundo en Alguaire, aunque ninguno desciende de familias afincadas allí en los años 30.