Polémica: Un estudio alerta de la presencia de bacterias en el pollo de Lidl que la compañía niega
Un nuevo estudio del Observatorio de Bienestar Animal (OBA) (antigua Equalia) ha afirmado que más del 70 % del pollo de la marca Lidl contiene bacterias resistentes a los antibióticos, un extremo que la compañía rechaza y enmarca en una campaña de desprestigio de la esta organización contra su marca.
La OBA vuelve a poner el foco en Lidl y, en este caso, ha dado a conocer los resultados del análisis microbiológico hecho a 142 bandejas de pollo en 22 supermercados de esta compañía en España, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Polonia.
En el caso de España, se han analizado 24 muestras en súper de Madrid, Valencia y Barcelona, de los que 17 "estaban contaminadas", según un comunicado del OBA.
Por tipos de bacterias, se ha concluido que un 38 % de las muestras tomadas en España contiene listeria mientras que en el 83 % se detectaron patógenos diarreicos como Escherichia coli y Campylobacter.
El OBA ha trasladado estos hallazgos a los Ministerios de Consumo, Asuntos Sociales y Agenda 2030 y al de Agricultura, Pesca y Alimentación para que se investigue la presencia microbiológica de gérmenes resistentes a los antibióticos y otros patógenos con potencial afectación a la salud pública.
Por su parte, Lidl cree que la ONG Observatorio de Bienestar Animal (antigua Equalia) les ha lanzado "una nueva campaña", en este caso por la carne de pollo, que "pretende desprestigiar la imagen" de la compañía con "información falsa y/o no contrastada" por lo que "se reserva el derecho de emprender acciones legales".
La vía judicial tendría como objetivo "defender nuestro honor y nuestra reputación", según un comunicado remitido a EFE.
En la nota, la cadena de supermercados ha recordado que "no es la primera vez" que esta organización "lanza una acusación contra Lidl (...) sin contrastar su información previamente con nosotros" porque han entrado en una "cruzada" con el "único objetivo de presionarnos para forma parte del Compromiso Europeo del Pollo", un compromiso que "compartimos y en el que ya estamos trabajando".
Según la cadena de supermercados, las "dos últimas denuncias" que les ha interpuesto OBA "resultaron ser falsas" y, en esta ocasión, contamos con certificados de análisis -realizados por Lidl y por nuestros proveedores a través de laboratorios acreditados- que contradicen categóricamente la información de su estudio".
A través del comunicado, Lidl ha subrayado que "garantizar la calidad" de sus productos "es una prioridad" y realizan "exhaustivos controles de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados" con exigencias "más estrictas que los propios requisitos legales".
En cuanto a las bacterias que "una carne fresca de pollo pueda contener", Lidl ha remarcado que "no son consecuencia del método de cría de nuestros proveedores en particular, sino que representan un reto general para toda la industria de la carne avícola".
Además, "en todos nuestros envases siempre especificamos de forma transparente que el producto debe ser cocinado completamente antes de su consumo y que es necesario cumplir con las normas de higiene durante el proceso" para que "no exista ningún riesgo sanitario", han apuntado.