¿Por qué hay tantos robos de cobre?

Los Mossos d'Esquadra han contabilizado, desde el mago del 2023 hasta abril de este año uno total de 627 incidencias y 28 detenciones relacionadas con la sustracción de metales, especialmente cobre, a la demarcación de Lleida. Es decir, casi dos casos al día. Se trata de hurtos, robos con fuerza, daños y actos vandálicos, de los cuales sólo se han resuelto un 10,5%. En cuanto a los arrestos, se han producido 28 delante de los 49 de mayo del 2022 en abril del 2023. 

El precio del cobre fluctúa en función del mercado, pero el último año ha oscilado entre los 5 y los 9 euros el kilo. Eso es lo que pagan a las ferrovelleries legales. Pero es muy difícil que el cobre robado encuentre salida en estos negocios

Actualmente, el precio del cobre está en uno de los valores máximos registrados los últimos años, a unos 9,5 euros el kilo. La policía ve una clara relación de causa-efecto.

El cobre tiene múltiples aplicaciones, tiene una vida ilimitada, porque se puede reciclar, y no deja trazabilidad. Además, es uno de los metales que mejor se pagan. La mayoría de cobre robado, según el Gremio de Recuperación de Cataluña, que agrupa unas 300 empresas de ferrovelleria y los Mossos, acaba al en el extranjero. A menudo en dirección al este de Europa, por carretera, o al principal consumidor de este metal en el mundo, China, en barco.

Desde un tercer país, el cobre se separa del plástico que lo recubre. Aquí se pierde la trazabilidad. Después, una vez triturado y tratado, vuelve a entrar en el circuito, ahora ya de manera legal. Se da la paradoja que puede acabar en el lugar de donde viene.

Los Mossos d'Esquadra hicieron el año pasado una treintena de inspecciones en centros de reciclaje de las comarcas del llano de Lleida para detectar infracciones que pudieran estar relacionadas con robos de cobre u otros metales, con una media de dos casos diarios en Ponent. Levantaron nueve actos al detectar infracciones. Es decir, una de cada tres. Por ejemplo, en cuatro casos se omitieron datos obligatorios en los registros –están obligadas por ley a efectuarlos– y también detectaron irregularidades para presentar comunicaciones fuera de plazo o incluir datos falsos u omitirlas, entre otros.

El control en las empresas de recuperación –hay una quincena en Ponent– es una de las herramientas para hacer frente al aumento de robos de metal. Vale a recordar que a finales de mayo la policía, mediante el Programa Operativo Específico (POE) Metal, decidió elevar al nivel 2 sobre 3 su plan de prevención –ya lo estaba en Tarragona y el área metropolitana de Barcelona– e intensificar las medidas ante el incremento de robos de metales en empresas, obras, infraestructuras críticas y la red ferroviaria. Una de estas medidas es aumentar los controles en chatarrerías.