La OMS alerta que la bajada en el consumo de lácticos provoca un déficit de yodo entre los europeos
La ingesta insuficiente de este elemento aumenta los riesgos para la salud, sobre todo de las embarazadas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la bajada en el consumo de productos lácteos está provocando un déficit de yodo entre los europeos. En opinión de la organización, la popularidad y la disponibilidad crecientes de alternativas vegetales a fuentes esenciales de yodo como la leche, los lácticos y el pescado está contribuyendo a una ingesta insuficiente de este elemento "persistente e incrementada", de acuerdo con un estudio de la OMS y de la Red Global del Yodo (IGN por las siglas en inglés). Este hecho, añade la entidad, incrementa los riesgos para la salud de la población, especialmente para las mujeres llevarán el embarazo, que tienen necesidades más altas de este oligoelemento.
Según subraya a la OMS, la ingesta de yodo es especialmente importante para el desarrollo del cerebro del feto antes y durante el embarazo. "El cambio hacia alternativas vegetales a los lácticos, particularmente entre las mujeres, que ya afrontan riesgos más altos de deficiencias de yodo y enfermedades de los tiroides que los hombres, es preocupante especialmente en países que tienen la leche como fuente de yodo, dado que muchas alternativas a los lácticos no contienen," ha afirmado Hans Henri P. Kluge, director regional para Europa de la OMS.
La sal yodada sigue siendo la estrategia principal para asegurar la ingesta de yodo adecuada a la región, pero eso, subraya a la OMS, también está afectado por los cambios en la dieta y en el estilo de vida. Los alimentos producidos o guisados fuera de casa, como el pan, la carne procesada o las comidas preparadas son ahora las fuentes principales de la ingesta de sal a la dieta occidental, hasta entre un 70% y un 80% del total. Pero según la OMS, encuestas recientes señalan que sólo el 9% de la sal que se utiliza en los productos alimenticios procesados en Alemania es yodada, porcentaje que sube al 34% en Suiza.
Teniendo en cuenta este escenario, desde la OMS se pide a los países "estrategias más flexibles" para proteger la población de la deficiencia en la ingesta de yodo, "incluidas políticas para el uso de sales yodadas en los alimentos procesados y la integración de medidas para la reducción de sal y la iodització de la sal", en palabras de Gauden Galea, asesor estratégico de la OMS para el director regional.