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Una finca de frutales en Lleida transformada en un campus de diseño
En aquesta imatge del 1993 es poden apreciar les obres de la canalització del Segre sota l’actual pont de la Universitat. El campus de Cappont ni s’intueix. -
Una de las primeras decisiones que adoptó Antoni Siurana tras recuperar la alcaldía a raíz de su moción de censura contra Manuel Oronich fue la compra de la finca de frutales denominada Torre Abizanda, en Cappont, enfrente de la avenida Joana Raspall. El objetivo era facilitar un espacio para el crecimiento de los estudios universitarios en el momento en que estaba en proceso de creación la Universitat de Lleida.
El Parlament aprobó en diciembre de 1991 la ley por la que Lleida recuperaba su universidad, que en 1993 eligió a Jaume Porta como primer rector. Este puso en marcha la construcción del campus de Cappont intentando que sus edificios no solo fueran funcionales, sino también de calidad, por lo que los proyectos se encargaron a arquitectos de prestigio.
Imatges de l'abans i el després de la zona
El primero fue el de la Escola Politècnica, obra de Miquel Espinet y Antoni Ubach y construido en 1997. Tras el de Derecho, el aulario y la residencia, llegó el de Educación, cuyo proyecto fue redactado por el famoso arquitecto portugués Alvaro Siza.
Entre medio, con motivo de la celebración del 700 aniversario del antiguo Estudi General, la UdL convocó un concurso internacional, que ganó el finlandés Kristian Gullichsen, para diseñar un edificio emblemático que acogería la biblioteca y un auditorio, que a día de hoy sigue siendo la joya de la corona del campus.
