Espiritualidad a través del arte

“Una experiencia espiritual y humana muy bella y emocionante para todos los participantes”. Así definió ayer sor María Victoria Triviño el cursillo de iconografía religiosa celebrado durante una semana en el Hotel Santuari del Sant Crist de Balaguer. La superiora del Convent de Sant Clara de la capital de la Noguera estaba exultante tras haber podido recuperar este singular taller de pintura religiosa, que habían interrumpido hace cuatro años tras el estallido de la pandemia de la Covid. Y lo han hecho de nuevo con la presencia de todo un maestro en este arte, el italiano Giancarlo Pellegrini, experto iconógrafo que desde la década de los años ochenta se ha dedicado al estudio y la difusión de este género artístico. “Ver emerger el rostro, sea del Señor, sea de Santa Clara o de Sant Francesc, de la oscuridad a la luz en las tablas de madera de tilo, ha sido una experiencia indecible para cada uno de los participantes”, aseguró Triviño. El taller contó con 13 inscritos, entre ellos tres hermanas clarisas, pero también gente apasionada por los iconos religiosos procedente de Lleida, Mollerussa, Barcelona o Deltebre. Triviño destacó que, “con suma satisfacción, cada uno de los participantes se llevó a su casa su pintura tras una semana de clases, y ha habido unos cuantos que ya han reservado plaza para el año que viene”.

La jornada de ayer comenzó con una misa en el Sant Crist, tras la cual las hermanas clarisas interpretaron un canto contemplativo alusivo a la imagen. Mosén Joan Pujol bendijo los iconos con una oración y el acto concluyó con la Danza de los Ángeles. Triviño añadió que esta formación pretende ser como “una escuela de espiritualidad a través del arte de la pintura, adaptada a los conocimientos de cada alumno”. De hecho, algunas inscritas ya habían participado en este taller en un par de ocasiones antes del parón.

Un Convent de Santa Clara con artesanía, jabón de miel y tienda

Aunque figura entre las órdenes religiosas de clausura, las hermanas del Convent de Sant Clara de Balaguer son de las más ‘abiertas’, tanto para hacer las compras o encargos como para salidas culturales y numerosas actividades abiertas al público, como el recién celebrado taller artístico iconógrafico. De hecho, hace ya más de una década que cuentan con conexión de internet para contactar con familiares o colaborar en revistas religiosas o edición de libros. Asimismo, desde principios del siglo XXI, las hermanas se hicieron populares por dedicar parte de su jornada a elaborar para distintos sastres algunas de las piezas de la vestimenta que lucen los toreros, como los alamares (la decoración de la típica chaquetilla) bordados en oro y lentejuelas. En 2019, las monjas impulsaron la Botigueta del Convent, para dar respuesta a la demanda de muchos visitantes del santuario del Sant Crist de llevarse de recuerdo dulces elaborados por la comunidad de las clarisas. Y el 2021 pusieron a la venta un jabón artesano elaborado con miel, glicerina y aroma de lavanda de Can Rosselló.