Un total de 21 estados de la UE sancionan las ofensas a los sentimientos religiosos, según un estudio
Un total de 21 estados miembros de la Unión Europea sancionan las ofensas a los sentimientos religiosos de los ciudadanos y todos los que tipifican estos delitos prevén penas de prisión. Así se desprende del informe publicado por el Observatorio para la Libertad Religiosa sobre su protección en la UE.
Irlanda, Suecia, Estonia, Francia, República Checa y Croacia son los estados que no sancionan las ofensas contra los sentimientos religiosos, mientras que Alemania y Bulgaria prevén penas tres veces más severas que en España. Otros nueve países --Croacia, Chipre, Eslovaquia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía--sancionan este tipo de los delitos igual que España lo ha hecho hasta ahora sancionan este tipo de delitos igual que España lo ha hecho hasta ahora.
No obstante, la protección legal de los sentimientos religiosos de los ciudadanos no es exclusiva de la Unión Europea, pues otros códigos penales lo prevén en todo el mundo, según el informe. Este es el caso de Suiza, Nueva Zelanda, Brasil, Panamá, Paraguay, República Dominicana y El Salvador.
El informe, que presentarán este jueves al Fiscal de Sala Coordinador contra la Delitos de Odio y Discriminación, recoge también algunos de los últimos ataques a los sentimientos religiosos en España en los últimos meses, como el robo de crucifijos en 20 cementerios de Toledo, la profanación del sagrario de una iglesia en Barcelona, el ataque a un camposanto en La Coruña, por parte de unos jóvenes que rompieron a patadas los nichos mientras lo grababan y lo difundían por redes sociales.
La presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa, María García, ha criticado al Gobierno español para quien "los creyentes son ciudadanos de segunda con menos derechos" y ha recordado que el Convenio Europeo de Derechos Humanos, ratificado y por ende vinculante para todos los Estados miembros de la Unión Europea, "reconoce y garantiza el derecho fundamental a la libertad religiosa en su artículo 9, lo cual obliga a todos los Estados firmantes a protegerla".