La llegada del AVE mutó el entorno de uno de los símbolos del centro urbano de Lleida
Vista de la plaza Ramon Berenguer IV en los años ochenta. La imagen inferior muestra cómo ha cambiado
La estación de ferrocarril de Lleida es un edificio de estilo neoclásico obra del arquitecto Adolf Florensa que fue construido en 1927. Su estética no sufrió cambios significativos hasta que se ejecutaron las obras para la llegada del AVE, que comportaron la instalación en el año 2003 de una gran marquesina sobre las vías cuya altura supera a la de la estación, lo que provocó críticas por su impacto visual.
La antigua pasarela de piedra fue sustituida en 2002 por la actual, construida al mismo tiempo que las grandes marquesinas.
La pasarela en la actualidad.
El AVE también provocó el derribo de la vieja pasarela peatonal de piedra que conectaba Pardinyes con la plaza Ramon Berenguer IV y su sustitución por la actual, de estructura metálica. Asimismo, se construyó un edificio anexo, de menor altura, en el extremo más próximo al río, y un parking subterráneo, encima del que debía haber un centro comercial que, como tantos otros proyectos, quedó en nada por la crisis.
Imagen de las primeras obras motivadas por el AVE, que entró en servicio en 2003.
Estas actuaciones y las vinculadas a la prolongación de Príncep de Viana hacia el puente sobre el río inaugurado en 2010 conllevaron cambios en la plaza Ramon Berenguer IV. Ahora, su entorno está viviendo otra transformación tras el inicio de las obras de la nueva estación de autobuses que estará ubicada en los Docs y el entorno de la Meta, y todavía será mayor si el denominado plan de la estación acaba siendo una realidad, ya que el actual -el primero fue aprobado hace casi 20 años- prevé un gran centro comercial y el cubrimiento de las vías.
