Vall d'Hebron opera un tumor en el paladar blando con una técnica pionera en el Estado que combina robótica y 3D
El conseller de Salud, Manel Balcells, ha presentado hoy en el Hospital Universitario Vall d'Hebron la nueva técnica para operar un tumor del espacio parafaríngeo que evita incisiones en la garganta y preserva los sentidos. Lo ha hecho acompañado de Albert Salazar, gerente del Hospital Universitario Vall d'Hebron; David Virós, jefe de Otorrinolaringología, y Olga Gavaldà, enfermera supervisora del Bloque Quirúrgico.
En su intervención el conseller Balcells ha subrayado que la técnica innovadora presentada hoy es “excepcional por el éxito que comporta” y ha destacado que “la combinación de diversas nuevas tecnologías como la robótica de inteligencia artificial, los datos y la tecnología 3D nos tienen que servir para tratar patologías de una forma mucho más eficiente y con menos complicaciones para los pacientes”.
El titular de Salud también ha explicado que “la tecnología 3D ya se está integrando en la actividad asistencial de varios hospitales y es una estrategia que empieza a dar resultados desde el punto de vista clínico” y ha añadido que en un futuro será “rutinaria”.
Finalmente, Balcells ha adelantado que la Comisión Europea ha otorgado un proyecto de 12 M de euros en Cataluña a través del Hospital Universitari Vall d'Hebron sobre el abordaje personalizado de las patologías congénitas con la aplicación de la tecnología 3D.
Ventajas de la nueva técnica
Tres de las ventajas que ofrece la nueva técnica son la de preservar los sentidos -el habla, el oído y el olfato; reducir el dolor y agilizar la recuperación después de pasar por quirófano. Así lo ha remarcado David Virós, jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de l'Hospital Universitari Vall de Hebrón que lo ha desarrollado para intervenir a una paciente de un tumor del espacio parafaríngeo, en la parte blanda del paladar.
El proceso habitual para extraer un tumor en esta zona es hacer una incisión en la garganta y extirpar el tejido a través de una cirugía abierta, que más allá del impacto estético, puede condicionar la respiración, el habla y la deglución. “Se trata de una cirugía delicada, en la cual tenemos que trabajar con la máxima precisión porque en pocos centímetros tenemos estructuras sensibles tanto a escala funcional como estética”, señala David Virós. Consciente de esta responsabilidad y siguiendo uno de los preceptos de Santiago Ramón y Cajal, el primer Nobel de Medicina del Estado, de no dar por hecho que todo está inventado, activó la imaginación y la creatividad para tratar de extirpar el tumor con una cirugía mínimamente invasiva. En vez de realizar un corte en la garganta, optó por acceder a través de una apertura natural: la boca. Y para hacerlo, buscó a dos aliados: la tecnología 3D y un robot.
Tecnología 3D al servicio de la cirugía personalizada
El trabajo multidisciplinar entre profesionales expertos en imagen médica y en ingeniería biomédica de Tecnologías 3D+ del Hospital Universitari Vall d'Hebron, lo ha ayudado a planificar si la intervención que había imaginado era viable. “Este tumor parafaríngeo, en la zona blanda del paladar, está situado en la base del cráneo, al lado de vasos sanguíneos y nervios conectados al cerebro”, explica David Virós. “Además, la estructura no es sólida, es elástica, con lo cual necesitábamos conocer la zona al detalle, para valorar el abanico de opciones que se abren a cada paso de la intervención, matiza. El trabajo conjunto entre los ingenieros y expertos en imagen permitió recrear el tumor en 3D, lo cual permite al equipo médico navegar por su interior y conocer en detalle la relación entre todas las estructuras. Además, lo imprimió con piezas de resina para tener un conocimiento más preciso. “Con la planificación virtual y la utilización de tecnología de impresión 3D de elementos de la paciente, damos un salto hacia la cirugía personalizada”, reflexiona Laura Escot, ingeniera implicada en la planificación de este caso.
El robot cirujano
La participación del robot Da Vinci es la otra pieza del éxito de esta intervención. Este sistema de cirugía robótica permite hacer incisiones mínimas y precisas, y facilita movimientos imposibles para el brazo humano, hecho que resulta especialmente útil en espacios reducidos y áreas complejas como el paladar blando.
Los brazos robóticos miden 8 milímetros, eliminan el temblor y nunca se cansan. Pero a pesar de hacer filigranas, el robot Da Vinci no tiene autonomía, los cirujanos y las cirujanas son los cerebros de las intervenciones y los brazos del robot sólo traducen los movimientos de la mano del profesional. “Con el robot Da Vinci no operamos directamente sobre el paciente. Lo hacemos sentados dentro de una consola con la cual manipulamos virtualmente el instrumental quirúrgico. La visión desde la consola, situada fuera del campo estéril, nos permite ver el interior del paciente en tres dimensiones y con un aumento de la realidad hasta 10 veces”, concreta el jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. “También reducimos el tiempo en el quirófano a la mitad, de 4 a 2 horas, más o menos”, añade. En esta cirugía, también ha sido clave el papel de enfermería, como explica Olga Gavaldà, enfermera supervisora del Bloque Quirúrgico: “Contamos con un grupo consolidado de enfermeras expertas en el manejo del robot Da Vinci, que tienen formación específica en cirugía robótica”.
En esta paciente de 55 años, el robot ayudó a acceder al tumor a través de la boca y se evitó hacer una incisión en la garganta. Esta técnica no sólo minimiza el riesgo de complicaciones, evita la traqueostomía y reduce el dolor postoperatorio, sino que también preserva mejor las funciones vitales del paciente, como la deglución y el habla. Además, las incisiones más pequeñas y precisas reducen el sangrado y la posibilidad de infecciones, permitiendo a los pacientes volver a sus actividades cotidianas en menos tiempo.
Una técnica para intervenir tumores de cabeza y garganta
Esta técnica supone un paso adelante en el tratamiento de tumores de cabeza y garganta complejos. Y muestra, una vez más, que la colaboración entre diferentes especialidades y la integración de tecnología avanzada en la práctica médica puede transformar significativamente los resultados y la calidad de vida de los pacientes.
En este caso, el tumor resultó ser benigno. Como especialistas que cuidan de los sentidos, el gusto, el oído y el olfato, los otorrinolaringólogos hacen un llamamiento a no pasar por alto síntomas que pueden indicar la existencia de un tumor: tener molestias al tragar, sentir dificultades a la hora de respirar, sobre todo por la noche, o tener una voz afónica o ronca, y que las molestias duren más de dos semanas.
El cáncer de cabeza y garganta, que celebran su día mundial el 27 de julio, engloban tumores malignos que se originan en la cabeza o en la región de la garganta y se localizan en la laringe, la nasofaringe, la orofaringe –amígdalas, paladar blando, base de la lengua–, las glándulas salivales o en la cavidad oral –la mucosa o la lengua–. Se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y de tiroides.
Es el noveno tumor más diagnosticado en el Estado. A pesar de no ser muy prevalente, este año se diagnosticarán cerca de 7.600 casos, un millar en Cataluña, y se ha observado un aumento de la incidencia a causa del tabaquismo y del virus del papiloma. Si bien afecta a todas las edades y géneros, es más común en hombres de 50 años por término medio. El Hospital Universitari Vall d'Hebron, centro de referencia para tratar esta patología, interviene quirúrgicamente cada año a cerca de 200 pacientes de un tumor de cabeza y garganta.