Viaje nocturno a la edad media

Patrimonio, gastronomía e historia se unen en el ciclo de visitas nocturnas en el castillo de Les Pallargues, en la Segarra, que sus propietarios retoman mañana tras cuatro años de interrupción a causa de la pandemia. La propuesta invita a los visitantes a explorar los espacios más importantes del edificio, con más de mil años de historia, entre las once de la noche y la una de la madrugada.

Las visitas se combinan con una degustación de productos de proximidad y bebidas medievales en la bodega y otra en los bajos de la fortaleza. Teresa Majoral, copropietaria del castillo junto con su marido, Pere Rovira, explica que “ofrecemos la pócima secreta de la comarca con una degustación de coca de pan con manzana. En la otra parada, dejamos probar el hidromiel, acompañado con fruta del territorio y frutos secos”. El hidromiel, un dulce licor de la edad media, guarda una curiosa historia detrás, ya que “se solía ofrecer en los banquetes de las bodas. Luego, las parejas debían beberlo durante un ciclo lunar completo -28 días- a partir de esta fecha para asegurar su fertilidad”, relata Majoral.Incluso para aquellos visitantes que vivieron la experiencia antes de que estallara la pandemia, la visita incluye novedades después que el edificio fuese remodelado en 2021 mediante una actuación que permitió recuperar una parte importante de su aspecto original. Destaca el arco gótico de la fachada, el más alto de Catalunya, con sus 13 metros de altura. Otros espacios importantes que se pueden visitar son el antiguo patio de armas, las cuadras, la cocina, la sala de guardia, la planta noble, la cárcel y la mazmorra.Con tal de potenciar al máximo la experiencia, los organizadores han limitado el aforo a 25 personas por sesión, que se reparten entre dos guías para “recorrer los espacios con mayor libertad”. La visita, que cuesta 15 euros, requiere reserva previa llamando al 973 52 00 41. Además de mañana, también tendrá lugar este sábado y los próximos 16 y 17 de agosto.

¿Satisfecha de poder recuperar esta iniciativa?

Sí, porque tuvo mucho éxito en los veranos de 2018 y 2019, que fueron las dos primeras ediciones, y tuvimos que dejar de organizarla con la llegada de la pandemia.

¿Ha tenido una buena acogida este regreso?

Mucha gente nos lo pedía desde hacía tiempo y se apuntaron el mismo día que lo anunciamos. Varios de ellos, de hecho, repiten de las primeras ediciones. Para el sábado 17 de agosto, por ejemplo, nos quedan pocas plazas ya.

¿Qué destacaría de la experiencia?

Se apagan las luces y el castillo queda parcialmente iluminado por la luz de la Luna y los focos de la fachada. En los lugares más oscuros, encendemos velas que también nos ayudan a ambientar. La visita sorprende porque realmente sientes cómo vivían en aquella época.

¿Resalta alguna novedad?

Ahora también se puede salir al balcón situado bajo el arco gótico para disfrutar de la marinada de Les Pallargues.

«Sientes cómo vivían en aquella época»