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El plan de barrios transformó el centro histórico y renovó toda su imagen
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
La plaza Mercadal en los años 70, todavía con el monumento a los caídos encargado por el franquismo. Abajo, la plaza renovada. - ESMERALDA FARNELL
El plan de barrios de Balaguer, iniciado en el año 2004, transformó el centro histórico de la ciudad y modificó su imagen para adaptarla al siglo XXI y dotar a los vecinos de renovados servicios y equipamientos. Implicó la regeneración urbanística del casco antiguo y el derribo de un centenar de edificios, además de una inversión de unos 25 millones de euros. La fachada de los edificios de la margen derecha del río Segre se renovó y calles y plazas como la de la Reguereta fueron rehabilitadas. En este punto, que conformó una de las últimas obras del plan de barrios, se conservó el antiguo lavadero para preservar una parte importante de la historia del viejo casco urbano de la capital de la Noguera. La emblemática plaza Mercadal, en paralelo, luce una imagen muy transformada en relación a la que tenía en los años setenta y que muestra la imagen superior. Entonces daba todavía cobijo a una escultura de Genero Iglesias encargada por el franquismo, que fue retirada en los primeros años de la democracia. No todos conocen la historia que hay detrás de la figura. El escultor que recibió el encargo se había instalado en Balaguer porque la dictadura le había impuesto un exilio forzoso a 150 kilómetros de casa por su condición de “no adicto al régimen”. En lugar de esculpir a un militar, modeló a un agricultor que besaba una bandera sin identificar.