Fiestas con broche de oro

Música, cultura popular, gastronomía y actividades para todos los gustos fueron los encargados ayer de poner el broche de oro al fin de semana más festivo del verano coincidiendo con el puente de la Mare de Déu d’Agost. En Gerri de la Sal, la plaza de Sant Feliu volvió a llenarse para disfrutar del tradicional Ball de la Morisca, acto central de sus fiestas, y que representa la adaptación de la leyenda hecha del escritor pallarés Pep Coll, con la participación de los habitantes del pueblo. La cultura popular también ha estado presente en las actividades que se han organizado en Arbeca, que el sábado vivió un pasacalles con los gegants, cabezudos y diablos como protagonistas, y ayer tenía previsto culminar sus fiestas con una guatllada popular, música y un castillo de fuegos artificiales. Alrededor de la mesa también se reunieron los vecinos y vecinas de Llimiana la noche del sábado para disfrutar de una cena popular y hoy continuará la celebración con una fiesta en la piscina municipal.

En Llívia, ayer al mediodía se celebró un Vermut Rumber en vivo de la mano del grupo de rumba de Lleida Los Hernández y con la asistencia de unas 300 personas. Como novedad, la Associació Veïnal del barrio organizó los “Jocs de Tota la Vida” para pequeños y jóvenes y tenía previsto cerrar las fiestas con el espectáculo infantil Imprevisibles de El Sidral, y baile. La música también reinó la noche del sábado en el municipio de Rialp, con varias actuaciones, y en Maials tenían programado ayer una paella popular, fiesta de la espuma y concierto de Susana de Saz con el pianista Joan Sadurní.