Devoción por Sant Magí

Tàrrega celebró ayer la tradicional fiesta de Sant Magí en el Parc de Sant Eloi. Tras una misa en la ermita que acabó con el canto de los gozos dedicados al santo (con letra del mosén Climent Forner y música de Josep Maria Salisi), los fieles se desplazaron a la plazoleta dedicada a Sant Magí. Allí, y ante la mayólica, algunos de los asistentes cumplieron con la tradición de hacer los sorbos de agua traída desde el santuario de la Brufaganya, en la Conca de Barberà, a la que se atribuyen propiedades milagrosas. Los asistentes también pudieron adquirir unas galletas conocidas como los gaiatons de Sant Magí y el cántaro conmemorativo de la fiesta. Entre los participantes había varios vecinos que llevan por nombre Magí. Cabe destacar que se obsequió con un càntir al párroco Josep Maria Vilaseca, que dejará la parroquia de Tàrrega el 1 de septiembre, y a Jaume Aligué, expresidente de la Associació dels Amics de l’Arbre, como muestra de agradecimiento a su apoyo a la fiesta.

La fiesta, organizada por la Associació dels Amics de l’Arbre, acabó por la noche con un concierto en el Parc de Sant Eloi a cargo de Festino Barroco, en colaboración con el ayuntamiento. La advocación de Tàrrega hacia Sant Magí se remonta al siglo XVIII si bien la cita se ha consolidado en el calendario local desde el año 1953.Por su parte, en la capital de la Segarra, ayer por la mañana tuvo lugar el reparto del agua de la Brufaganya. La comitiva, formada por una docena de burros adornados con fardos de lavanda y de boj, sus portadores, la banda Musical Alegria, los repartidores del agua y el anacoreta (que encarna desde hace 32 años Jordi Casado), distribuyó el agua entre los vecinos. Como ya publicó SEGRE, se han repartido 150 litros de agua en lugar de los 600 habituales porque el pozo que sirve las fuentes de Sant Magí de la Brufaganya sigue afectado por la sequía. El año pasado en Cervera se repartieron 200 litros de agua.