El extrarradio medieval que se transformó en el centro neurálgico de Fraga
Donde ahora se encuentra la acera izquierda, según se camina hacia el ayuntamiento, del paseo Barrón Cegonyer, el Segonyé para los fragatinos, comenzaba desde la Edad Media la zona sureste del extrarradio de lo que hoy es la capital del Baix Cinca, un área que fue urbanizada por primera vez a comienzos del siglo pasado, coincidiendo con la época de desarrollo de las zonas de ensanche de los cascos urbanos.
Pese a las sucesivas transformaciones que se han ido produciendo en la vía, que con el paso del tiempo se convertiría en el eje neurálgico de la ciudad, esta ha mantenido varios elementos prácticamente inmutables desde que cada uno de ellos se fue incorporando. Así ocurre con el actual paseo arbolado que va de la calle San Quintín a la plaza de España, donde se encuentra el ayuntamiento, con el edificio de la iglesia de San José o con el monumento a la mujer fragatina, inaugurado el 23 de abril de 1982 coincidiendo con la celebración de Día de la Faldeta en homenaje a las mujeres de la ciudad, y que se ha erigido en una de las señas de identidad cultural de la capital.
La última incorporación a la escena ha sido el Pou de Gel, una construcción del siglo XVII cuya recuperación conllevó un polémico traslado de la estatua de la Dona de Faldeta y que ahora se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de Fraga.