Shakira acusa a Hacienda de quererla "quemar públicamente en la hoguera" y defiende que pagó mes de lo que le tocaba
La cantante dice que llegó a un pacto por sus hijos e insiste en que antes del 2015 no era residente
Shakira ha acusado a Hacienda de estar más interesada en quemarla "públicamente a la hoguera" que al escuchar sus razones y ha asegurado que ha acabado pagando más de lo que le correspondía. La cantante colombiana lo ha dicho en una carta publicada en 'El Mundo', donde asegura que la Agencia Tributaria construyó uno "artificioso relato" que confundía y manipulaba el deseo de establecerse en un país y el de que prosperara una relación que se desarrollaba en este país con el fin de convertirla en residente fiscal desde el 2011. Shakira insiste en que no lo era entonces y que cuando lo fue lo declaró. Con todo, dice que decidió llegar a un pacto en el juicio por sus hijos.
En la misiva, reprocha que una institución creada para el servicio a los ciudadanos "no tendría que utilizar todo su poder y recursos para criminalizar caprichosamente a quien le conviene". Pero añade: "Todo el mundo sabe que el romance se vende bien".
Según la cantante, en el 2011 ella viajaba a España por su relación con el ex jugador del FC Barcelona Gerard Piqué, a pesar de las "complicaciones" que eso le generaba ya que sus centros de actividad laboral estaban lejos del estado español. Así, defiende que cuando regresaba a España lo hacía "para que prosperara la relación, no por vocación de permanencia". La cantante concreta que en el 2011 sólo vivió en España 73 días y defiende que el mínimo establecido por ley para considerarse residente fiscal es de 183 días.
Añade que en esta estrategia de Hacienda hay también un prejuicio machista ya que ha considerado que si el cantante hubiera sido un hombre estadounidense que se hubiera enamorado de una española, le cuesta creer que la Agencia Tributaria hubiera considerado que tenía una intención de arraigo.
Así, Shakira sigue asegurando que algunos técnicos de esta agencia construyeron un relato "infantil y moralista" donde ella era una cantante que evitaba cumplir con sus obligaciones fiscales y ellos representantes de la justicia y la decencia. "La realidad fue muy diferente: yo cumplí siempre con mis obligaciones. Mis finanzas fueron investigadas por instituciones tan poco sospechosas como la Casa Blanca o el IRS y aprobadas por otros países de la Unión Europea", ha relatado. Ha afirmado que ninguno de ellos encontró ninguna ilegalidad, mientras que, en cambio, un director general de inspección de la Agencia Tributaria la "criminalizó" antes del juicio.
De hecho, Shakira considera que la Agencia Tributaria no trata de castigar a quien no cumple, sino de mostrar "trofeos de caza para reconstruir una credibilidad en entredicho". Ha añadido que lo hace con amenazas de prisión y poniendo en compromiso la tranquilidad de sus hijos. Ha lamentado que se hiciera creer a la opinión pública que no pagaba impuestos, cuando ha asegurado que si se suman todas las cantidades del que pagó voluntariamente y de las multas "injustificadas", acabó pagando "mucho más de lo que tenía que pagar". "El estado español se quedó con una suma superior a la totalidad de mis ganancias de aquellos años", dice.
Y es que Shakira asegura que, aunque parezca mentira, la década que residió en España, estuvo financieramente perdida para ella, no para que trabajara poco sino porque todo lo que ganó "se lo quedó el estado español".
La cantante dice que ha decidido explicarse ahora por sus hijos, a quién quiere dejar el legado de una mujer "que expuso sus razones con calma" y cuándo lo consideró necesario. Dice también que lo hace para poder recuperar su vida, igual que canta con el fin de poder volver a vivir tranquila y pasar página".
En noviembre del 2023, la cantante colombiana reconoció que cometió fraude fiscal del 2012 en el 2014 por valor de unos 14,5 millones de euros y ha aceptado una pena de tres años de prisión, que quedó sustituida por una multa de 432.000 euros.