LLEIDA
Un colegio mayor 'made in Lleida'
En su 30 aniversario, Res Non Verba dedica una muestra al Col·legi Major Ilerdense, que se fundó en 1969 en Barcelona por iniciativa de familias leridanas. En 12 años acogió a unos mil estudiantes
Hace cincuenta y ocho años Lleida todavía no había recuperado su universidad. Los pocos jóvenes que podían acceder a estudios superiores tenían que trasladarse a grandes ciudades como Barcelona, que quedaba lejos y estaba mal comunicada con las Terres de Ponent. Este fue el motivo por el que un grupo de familias leridanas decidieron unir esfuerzos en un Patronato que permitió la creación del Col·legi Major Universitari Ilerdense, un imponente edificio ubicado en Pedralbes con 84 habitaciones y 220 plazas que entró en funcionamiento el 1 de febrero de 1969 y que se convirtió en uno de los primeros colegios mayores universitarios de iniciativa privada. Durante sus trece años de vida (dejó de funcionar en 1982), se convirtió en la casa de más de 1.000 estudiantes universitarios, la gran mayoría provenientes de las comarcas leridanas pero también de Girona, Tarragona o Mallorca. Sus instalaciones constaban de un comedor en régimen de autoservicio, dos aulas para clases, un laboratorio de fotografía, sala de actos apta para conferencias, representaciones teatrales y proyecciones cinematográficas, una biblioteca, capilla, una enfermería, hemeroteca, sala de estar, gimnasio y bar. “El colegio mayor dejó de funcionar por dos motivos: se creó la Universitat de Lleida y muchos estudiantes se quedaban en Ponent y la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, que estaba ubicada a nos pocos metros, necesitaba ampliarse. De hecho, hoy en día el edificio del Ilerdense sigue en pie y forma parte de dicha facultad”, explica Boni Abardia, que años después planteó junto a Pere Antorn y Agustí Bordalba transformar el Patronato del Colegio Mayor Universitario Ilerdense en una entidad cultural sin ánimo de lucro, Res Non Verba. Precisamente, coincidiendo con su treinta aniversario, la entidad ha querido recordar sus orígenes con la exposición Estudiar i residir a Barcelona, una recopilación de la historia de aquel colegio mayor que marcó un antes y un después para toda una generación. “El Col·legi Major Universitari Ilerdense fue mucho más que un centro de residencia. Fue un espacio de convivencia y aprendizaje que acogió conferencias, clubs de debates, semanas culturales, talleres de fotografía, proyecciones cinematográficas y muchas otras actividades”, recuerda Pere Antorn, excolegiado y actual presidente de Res Non Verba, mientras asegura que por él pasaron importantes catedráticos de la época “que estaban al alcance de los estudiantes con gran facilidad”. La muestra, que se inauguró ayer y que nace con la voluntad de compartir la historia “poco conocida” del Ilerdense, estará abierta al público durante todo el mes de octubre en la sede de Res Non Verba en la calle Maragall. Se puede visitar de martes a viernes de 10 a 13 h. y 16 a 19 h.
Pere Antorn y Boni Abardia: «El Col·legi Major era mucho más que una residencia»
“Aquellos años en el Col·legi Major Universitari Ilerdense fueron de ebullición constante. Sobre todo porque suponía un gran cambio mudarte de Lleida a una gran urbe como Barcelona, donde había una gran oferta artística, cultural y de ocio. Los estudiantes organizamos una semana de la ingeniería dentro del colegio, un laboratorio fotográfico, una discoteca. Era mucho más que un centro donde dormir y estudiar. Desde allí también vivimos de cerca los conflictos relacionados con la dictadura franquista, como los atentados o los asesinatos del régimen”.