Los críticos musicales se cargan 'Moon Music', el nuevo álbum de Coldplay
Hoy Coldplay ha presentado su décimo álbum, titulado Moon Music, y la respuesta de los expertos ha sido clara: suspendido. Aunque algunas voces más indulgentes han señalado que este trabajo sigue la línea habitual del grupo y refleja cierta madurez artística, la corriente general ha sido mucho menos favorable. Críticos de renombre han coincidido que Moon Music no sólo repite fórmulas ya conocidas, sino que incluso empeora con respecto a álbumes anteriores, ofreciendo un sonido previsible y poco innovador.
"Moon music es el peor álbum de Coldplay.", afirma el crítico musical Jordi Bianciotto, en el portal web de Rac1. "Es variado, no hace bola, pero deja poco poso: canciones 'buen rollistas', autoparódicas, invitados para conquistar a nuevos nichos de mercado (el nigeriano Burna Boy, la argentina Tini), baladas afectadas y estribillos grandilocuentes que es fácil imaginar conciertos por todo un estadio. De eso va Coldplay.".
"Banal y empalagoso: el nuevo disco de Coldplay se deshace mientras se escucha", dice Carlos Marcos en El País. "La banda de Chris Martin ofrece en 'Moon Music' un trabajo desnortado y tramposamente ambicioso", remacha. Se suma ABC, donde Nacho Serrano titula su artículo: 'Moon Music', el canto naïf de Coldplay al amor universal.
En la misma línea se manifiesta Noé R. Rivas en Mindies: "El álbum, que se plantea como una continuación de Music of the Spheres, persigue una narrativa de esperanza y amor en tiempo de adversidad, pero cae en el cliché y la superficialidad. Desde las primeras notas, la búsqueda de alguna cosa trascendental parece más una excusa para ofrecer un conjunto de canciones recicladas, donde los centelleos instrumentales intentan esconder la falta de ideas frescas."
En Mondo Sonoro, Yeray S. Iborra no es tan radical, pero se le entèn todo: 'Moon Music' es un momento de balance. Tienen todos los hits del mundo para crear un setlist histórico. Pero deciden volver a las canciones sencillas. Este es un largo lleno de canciones. De vaivenes vocales de Chris Martin, de vueltas dulces, de cuerdas. Incluso de armonías a la The Beatles (All My Love). Y de alguna colaboración, tampoco demasiado altisonante, en equilibrio con el conjunto, como las de 'We Pray'.