Los leones de Kenia comían humanos en el siglo XIX, según restos de ADN
Al aislar y secuenciar el ADN de pelos compactados recogidos de los dientes de dos ejemplares de león del museo de Tsavo de la década de 1890, investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (Estados Unidos) han descubierto que los leones históricos de Kenia se alimentaban de una variedad de especies, incluidos humanos, jirafas y ñus.
Se estima que estos llamados "devoradores de hombres de Tsavo" mataron al menos a docenas de personas, incluidas las que trabajaban a lo largo del ferrocarril entre Kenia y Uganda a finales de la década de 1890. Los hallazgos aparecen en la revista 'Current Biology' de Cell Press.
"A medida que avanzan las biotecnologías, aparecen fuentes inesperadas de conocimiento, en este caso la genómica, que se pueden utilizar para informar sobre el pasado", expone Ripan Malhi de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. "Nuestros resultados brindan información sobre la ecología y la dieta de los leones en el pasado, así como sobre los impactos de la colonización en la vida y la tierra en esta región de África".
"Una parte clave de este estudio fue crear un método para extraer y analizar el ADN de pelos individuales de especies de presas encontrados en los dientes de especímenes históricos de museos", continúa explicando Alida de Flamingh, también de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. "Nuestro análisis mostró que los leones históricos de Tsavo cazaban jirafas, humanos, órix, antílopes acuáticos, ñus y cebras, y también identificamos pelos que se originaron en leones. Este método se puede utilizar de muchas maneras y esperamos que otros investigadores lo apliquen para estudiar el ADN de presas de cráneos y dientes de otros animales".
El coautor del estudio Tom Gnoske, del Museo Field de Historia Natural de Chicago (Estados Unidos), fue el primero en considerar la posibilidad de reconstruir la dieta de estos leones históricos utilizando pelos de presa de sus cráneos, afirman los investigadores. Con la ayuda de colaboradores en Kenia, comenzó a identificar los pelos mediante microscopía. Mientras realizaban investigaciones sobre el ADN antiguo de otros animales en el Museo Field, el equipo de la Universidad de Illinois tuvo la idea de añadir la genómica como un enfoque complementario al estudio de esos pelos compactados.
Los leones de Tsavo del nuevo estudio tenían lesiones dentales, incluidos colmillos parcialmente rotos que dejaban al descubierto cavidades donde se había acumulado pelo de sus presas con el tiempo. De esas cavidades dentales, los investigadores extrajeron ADN de tallos de pelo individuales y pequeños grupos de fragmentos de pelo. Si bien el ADN de esas muestras se degradó de maneras típicas del ADN histórico o antiguo, pudieron volver a unir una cantidad suficiente en algunas de las muestras para identificar la especie de la que se originó el pelo. Finalmente, identificaron seis especies de presas, entre ellas jirafas, humanos, órix, antílopes acuáticos, ñus y cebras.
Los datos de ADN redujeron la muestra de jirafas a una subespecie de jirafa Masai del sudeste de Kenia. Los investigadores también encontraron ADN de león de Tsavo que coincidía más estrechamente con otros leones de África oriental de Kenia y Tanzania. Los investigadores dijeron que lo que más les sorprendió fue encontrar pelo de ñu, señalando que plantea interrogantes sobre su distribución en el pasado.
"Esto sugiere que los leones de Tsavo podrían haber viajado más lejos de lo que se creía anteriormente, o que los ñus estaban presentes en la región de Tsavo durante esa época", informa Flamingh. "La zona de pastoreo más cercana para los ñus estaba a más de 80 kilómetros de donde los leones fueron asesinados en 1898 en la confluencia de Tsavo y Athi".
Los investigadoresestán entusiasmados por explorar los hallazgos con mayor detalle. Por ejemplo, sugieren que los pelos en capas pueden permitirles retroceder en el tiempo para reconstruir la dieta de los leones a diferentes edades. Sugieren que este tipo de análisis puede ofrecer información sobre los conflictos entre humanos y leones que siguen afectando a las comunidades de África, donde los leones pueden atacar a la fauna silvestre, así como a los animales domésticos y a los humanos. El método también es prometedor para los estudios de especímenes incluso más antiguos. "Esta metodología podría potencialmente utilizarse en pelos de dientes rotos de carnívoros más antiguos de hace cientos o miles de años", finaliza Malhi. "El método abre una nueva vía de investigación sobre el pasado".