LLEIDA
Faltan manos ante el envejecimiento
Las residencias alertan de que necesitarán 25.000 plazas y 20.000 profesionales más en los próximos 10 años para cubrir la demanda. Exigen una mejora de la financiación y regularizar empleos
Un estudio de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA) y la Unión de Entidades, con la colaboración del ministerio de Derechos Sociales, calcula que en Catalunya se necesitarán 25.000 plazas más de residencias y 20.000 profesionales más en los próximos 10 años por el envejecimiento de la generación del baby boom. Ahora hay 62.000 plazas residenciales y 20.000 diurnas, el 85% de titularidad privada (muchas de ellas con financiación pública en un sistema de concertación).
Durante la presentación ayer del estudio, la presidenta de la patronal ACRA, Cinta Pascual, alertó del problema para los próximos años, pese a que ya hay algunas unidades de residencias en Catalunya cerradas esperando personal, y afirmó que la solución pasa por regularizar la situación de las personas que trabajan en domicilios. El estudio alerta de que el número de personas mayores de 65 años y de 80 años se doblará en los próximos años. En el caso de las comarcas leridanas, si en 2023 el porcentaje de personas de 80 o más año era del 5,2% del total de la población, las proyecciones de Idescat apuntan a que se duplicará de cara a 2046, hasta el 10,82%. En cuanto al tiempo medio de espera desde la solicitud de la dependencia hasta la resolución de la prestación, en Catalunya era de 295 días al cierre de 2023 y 324 días en el Estado. En Lleida, como ya publicó SEGRE, se situó en los 125 días en el llano mientras que en el Pirineo era de 104 y en Aran, de 66. Según los datos del Govern, a finales de 2023 había más de 2.500 valoraciones de dependencia pendientes en las comarcas leridanas. Según el informe, podría no haber suficientes profesionales para atender a las personas mayores a corto plazo si no se mejora sustancialmente la financiación que viene de las administraciones. Pascual pidió llegar al menos al 2% de gasto sobre el PIB para la dependencia mientras que ahora el Estado dedica el 0,96%. Asimismo, señaló que hay cuidadores a domicilio que trabajan en situación irregular y que hay unidades de residencias que están cerradas por falta de profesionales, aunque aclaró que son pocas, más bien “anecdóticas”. Defendió que la financiación permitirá “mejorar la cobertura, los servicios y los convenios”.
“Hacen falta más profesionales cualificados y que sean fijos”
Una trabajadora del sector explicó ayer a SEGRE que “se necesitan más profesionales cualificados, ya que nos encontramos con personas que solo han hecho un curso con lo básico pero que desconocen muchos conocimientos necesarios para trabajar con gente mayor”. Asimismo, reclama que sean puestos fijos. “Yo llevo muchos años dedicándome porque me gusta pero aún no he conseguido que me hagan fija”. En este sentido, reiteró que “es un trabajo muy poco valorado a pesar del gran esfuerzo que se hizo durante la pandemia”. Asimismo, recordó que esta rotación de personal “perjudica” a los usuarios. “Que siempre haya caras nuevas les desorienta y les hace sentir inseguros”. También valoró el conocimiento del catalán. “Se sienten más cómodos, porque es su casa, pero muchos trabajadores no lo hablan”.