¿Cuál será el último día que se podrá ver el cometa del siglo desde Lleida?
El cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS, conocido popularmente como "el cometa del siglo" debido a su impresionante brillo, está a punto de concluir su trayectoria visible desde la Tierra, marcando el final de un fenómeno astronómico que no se repetirá en miles de generaciones. Descubierto en 2023, este cometa ha sido uno de los eventos celestes más esperados de los últimos años, ya que su órbita solo permite su avistamiento una vez cada 80.000 años. Según las estimaciones de la NASA, el 24 de octubre de 2024 será la última fecha en la que podrá ser observado desde el hemisferio norte, incluyendo ciudades como Lleida y otras ubicadas en latitudes similares.
Durante las últimas semanas, el cometa Tsuchinshan-ATLAS ha sido visible justo después del atardecer, principalmente en el cielo occidental, donde ha ofrecido vistas espectaculares a aquellos que han seguido su trayecto. El punto más cercano de su recorrido a la Tierra se alcanzó el pasado 12 de octubre, cuando el cometa pasó a una distancia de aproximadamente 71 millones de kilómetros. A pesar de encontrarse a esa gran distancia, su brillo ha sido lo suficientemente intenso como para permitir su observación con equipos básicos, como binoculares o pequeños telescopios, lo que ha facilitado que miles de personas puedan disfrutar de este raro evento astronómico.
Sin embargo, la observación del cometa ha presentado algunos retos para los aficionados a la astronomía, debido a la coincidencia con la reciente superluna del 17 de octubre. Esta fase de la luna, caracterizada por una mayor proximidad a la Tierra y un incremento en su luminosidad, ha dificultado la visibilidad del cometa al aumentar el resplandor nocturno. Por este motivo, los expertos han aconsejado a los observadores que busquen lugares alejados de la contaminación lumínica de las ciudades y, en lo posible, empleen instrumentos ópticos que mejoren la visualización de este fascinante cuerpo celeste antes de que se aleje definitivamente de nuestra vista.
La expectación generada por el cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS ha sido comparable a la de otros grandes cometas de la historia reciente. A lo largo de los últimos 300 años, solo nueve cometas han sido lo suficientemente brillantes como para ser observados a simple vista incluso durante el día. Entre estos, destacan el cometa West, que hizo su aparición en 1976, y el famoso Hale-Bopp, que fue visible en 1997. Lo que hace especial al cometa Tsuchinshan-ATLAS no solo es su brillo extraordinario, sino también la raridad de su aparición. Los cometas de periodos tan largos como el de este evento son extremadamente raros, lo que convierte este avistamiento en un fenómeno único en la vida de cualquier ser humano.
El cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS no solo ha captado la atención de la comunidad científica, sino que también ha inspirado a miles de aficionados a la astronomía y observadores del cielo de todo el mundo a seguir su trayectoria con entusiasmo.
Para aquellos que aún no han tenido la oportunidad de observar este cometa histórico, los astrónomos recomiendan aprovechar las noches antes del 24 de octubre, cuando las condiciones de visibilidad aún permiten una buena observación. Este fenómeno no se repetirá en miles de años, y quienes tengan la suerte de observarlo estarán presenciando un capítulo irrepetible en la historia de la astronomía.
