BELL-LLOC D’URGELL
La Generalitat tiene documentadas 410 fosas de la Guerra Civil en Lleida
De las que se han intervenido 35. Un soldado republicano de Bell-lloc, última víctima identificada
La Generalitat tiene documentadas un total de 410 fosas de la guerra civil en las comarcas leridanas, de las que se han intervenido, con o sin resultado, un total de 35. Asimismo, en el censo de personas desaparecidas en la guerra civil y la dictadura hay un total de 735 nacidas o residentes en la provincia de Lleida y un total de 252 familiares han facilitado una muestra de ADN. Según los datos proporcionados por el departamento de Justicia y Memoria Democrática, hay que tener en cuenta que puede existir más de una muestra por persona desaparecida, que corresponda a más de un familiar. También señala que muchas familias de leridanos desaparecidos puede ser que ya no residan en la provincia. Gracias a las intervenciones en las fosas, se ha podido identificar a 15 leridanos, 14 de ellos dentro del Programa de Identificación Genética que se inició en 2017, y uno anterior, en 2016. Uno de los últimos ha sido Josep Bellet Pérez, nacido en Bell-lloc d’Urgell y exhumado de la fosa común de Salomó. Sus restos fueron entregados en un emotivo acto celebrado a principios de octubre en el cementerio de esta localidad del Tarragonès.
Su sobrina, Laura Niubó Bellet, inició hace 15 años el proceso para recuperar los restos de su tío, un “largo camino” que comenzó acompañada de otra vecina de Bell-lloc, Lígia Cabot, fallecida hace tres años, sobrina de Ramon Carné Pereta, amigo de Josep Bellet, y cuyos restos podrían estar en la misma fosa pero que no han podido ser identificados aún. “Sabíamos que estaban en una fosa en el cementerio de Salomó. En enero de 1939, cuando ya iban de retirada y volvían a casa, les dieron el alto las tropas franquistas. Les robaron y los asesinaron. Un vecino de Bellvís que lo vio todo y se pudo salvar llevó la trágica noticia a Bell-lloc y años después incluso pude hablar con un familiar de uno de los vecinos que, con un carro y una mula, recogió los cuerpos para enterrarlos. Explicaba que era horrible ver muertos por todas partes”, relata.
En 2009, inscribieron a sus familiares en el censo de desaparecidos y se adhirieron al programa de identificación genética. Con la ley catalana de Memoria Histórica, en 2017, pidieron a la Generalitat la exhumación de la fosa, que se llevó a cabo en 2020. Localizaron los restos de 22 soldados republicanos, de los que solo Bellet ha podido ser identificado. Niubó anima a las familias de desaparecidos durante la guerra civil y la dictadura que se informen y no desistan en su búsqueda.
En primera persona
«Por fin descansa con dignidad y junto a su familia»
Laura Niubó Bellet
Neboda de Josep Bellet
“Sabíamos estaban en una fosa en el cementerio de Salomó. En enero de 1939, cuando ya iban de retirada y volvían a casa, les dieron el alto las tropas franquistas. Les robaron y los asesinaron. Un vecino de Bellvís que lo vio todo y se pudo salvar llevó la trágica noticia a Bell- lloc. Cuando abrieron la fosa me pidieron una muestra de ADN y más tarde dio un 100% de coincidencia. Por fin hemos podido enterrarlo con la dignidad que se merecía y junto a su familia. En casa siempre me han hablado de mi tío y de la guerra, pero con miedo, porque eran unos salvajes y unos asesinos”.