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Daniella y Egde, estudiantes de catalán del Perú y Venezuela: «nos abrirá más puertas laborales»

El Consorcio de Normalización Lingüística atiende la creciente demanda en la región, a diferencia de la situación en Barcelona

El veneçolà Egde Villalobos i la peruana Daniella Basurco, a la seu del Consorci a Lleida. - JOAN GÓMEZ

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El Consorcio para la Normalización Lingüística (CPNL) en las comarcas de Lleida prácticamente ha duplicado en los últimos diez años el número de inscritos en los cursos de catalán. De los poco más de 2.200 alumnos matriculados en 2015 se pasó el año pasado a casi 4.000, una tendencia al alza que se mantiene en el inicio de este nuevo curso.

Así, el primer trimestre de la nueva temporada arrancó en septiembre con más de 1.400 inscritos, cifra que, de mantenerse en las próximas ventanas de matrícula de enero y abril, superaría al final del curso 2024-2025 los 4.200 alumnos. Así lo destaca la directora del CPNL de Lleida, Balbina Escolà, satisfecha tras superar la caída experimentada en los años más duros de la pandemia.

"Hasta 2019, el CPNL en las comarcas de Lleida contaba con una media anual de unos 2.200 alumnos, pero el covid de 2020 provocó una caída de matriculaciones, sobre todo de la actividad presencial, y se incrementaron entonces los cursos online", explica la responsable del centro lingüístico de Lleida.

Motivaciones de los estudiantes

Daniella Basurco, de 26 años, asegura que “soy una amante de los idiomas”. De hecho, es traductora de inglés y francés al español y explica que “estudio lenguas que proceden del latín y se me hace fácil recordar la ortografía del catalán”. Lleva tres años ya en España, primero en Madrid, pero desde finales de septiembre está afincada en Les Borges Blanques con su novio leridano, al que conoció en la capital española. “Sabía que aquí se hablaba catalán y, como me encantan los idiomas, acabé apuntándome a este curso en Lleida. De hecho, lo hice cuando aún vivía en Madrid, a través del ordenador”, comenta esta alumna peruana, que desvela que “me había ‘preparado’ a través de una aplicación en el móvil antes de aterrizar en Catalunya”. 

Basurco está esperanzada en abrirse camino profesional en el terreno audiovisual: “Cada vez aumenta la demanda para doblar películas, series y documentales catalanes al español con acento latino”, afirma esta joven. De momento, dice que “me cuesta lanzarme a hablar catalán, pero quiero hacerlo para adaptarme al país y relacionarme con la gente de mi entorno”. 

Por su parte, Egde Villalobos, de 52 años y técnico superior en informática, también tiene en mente el horizonte profesional a la hora de aprender catalán. Su hijo mayor lleva tres años viviendo en España. Este venezolano vino hace diez meses de visita, junto con su esposa, Inmaculada, y su hijo menor, pero decidieron quedarse a vivir aquí en Lleida. De hecho, su mujer también está apuntada en los cursos de catalán del Consorci y él asegura que “me motiva estudiar catalán, a mi edad es como un reto”. Villalobos comenta que su hijo pequeño, que estudia en el instituto, “se ha adaptado muy bien a la lengua y la cultura catalana; a mí me cuesta más, sobre todo la ortografía, pero practico con él y con mi mujer de forma habitual en casa”. 

De natural optimista, cree que “contra más lenguas domines, más puertas abiertas tendrás en la vida y en el mundo laboral de Lleida”. Eso sí, tuvo que ‘practicar’ el optimismo para inscribirse en los cursos del Consorci: “Intenté apuntarme en diciembre del año pasado para el primer trimestre de este 2024, pero no conseguí plaza hasta ahora, en septiembre”. Pero, en definitiva, la experiencia ahora está siendo buena y, dando muestra de sus progresos, concluye que “cal anar a poc a poc”.

Situación diferente en Barcelona

A diferencia de lo que ocurre en Lleida, donde la demanda está equilibrada con la oferta de cursos, en Barcelona se han producido grandes dificultades para matricularse en las clases de catalán del CPNL. El Sindicato de Manteros, una organización de migrantes vendedores ambulantes, denunció en redes sociales que era "casi imposible" apuntarse, con solo dos jornadas hábiles para hacerlo y en horario laboral, lo que generó enormes colas y largos tiempos de espera.

Más de 9.000 personas han quedado en lista de espera en los cursos presenciales de catalán del CPNL en toda Cataluña a lo largo de 2024, debido a un incremento de más de 10.000 solicitudes desde 2019 frente a un aumento de solo 1.500 plazas ofertadas. Ciudades como Barcelona, Manresa, Tortosa, Igualada, Vic, Figueres, Terrassa, Sabadell y Girona lideran este ranking negativo.

Medidas para mejorar la situación

Ante esta situación, la portavoz del Gobierno catalán, Sílvia Paneque, admitió las dificultades y aseguró que la nueva Consejería de Política Lingüística trabaja para implementar los cambios necesarios y "poder dar salida a todas las necesidades". Por su parte, el consejero Francesc Xavier Vila habló de un "relanzamiento" del CPNL para "no dejar a nadie fuera".

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