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Fatunia, estudiante de catalán del Senegal: «lo estudio para entender a la gente y hacer amigos»

El Consorci per a la Normalització Lingüística de Lleida duplica los matriculados desde 2015, a diferencia de Barcelona

Fatunia va arribar a Guissona fa sis mesos, amb el marit i el fill.

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El Consorci per a la Normalització Lingüística (CPNL) en las comarcas de Lleida prácticamente ha duplicado en los últimos diez años el número de inscritos a los cursos de catalán. De los poco más de 2.200 alumnos matriculados en 2015 se pasó el año pasado a casi 4.000, una tendencia al alza que se mantiene en el inicio de este nuevo curso. Así, el primer trimestre de la nueva temporada arrancó en septiembre con más de 1.400 inscritos, cifra que, de mantenerse en las próximas ventanas de matrícula de enero y abril, superaría al final del curso 2024-2025 los 4.200 alumnos.

La directora del CPNL de Lleida, Balbina Escolà, se muestra satisfecha tras superar la caída experimentada en los años más duros de la pandemia. "Hasta 2019, el CPNL en las comarcas de Lleida contaba con una media anual de unos 2.200 alumnos, pero la covid de 2020 provocó una caída de matriculaciones, sobre todo de la actividad presencial, y se incrementaron entonces los cursos online", explica la responsable del centro lingüístico de Lleida.

A partir de 2022, las inscripciones presenciales dieron un salto hasta las cifras actuales que, en la práctica, significan un lleno en los cursos programados, sobre todo en los de nivel inicial, básico y elemental. Eso sí, Escolà asegura que en el CPNL de Lleida no se han sufrido los problemas de matriculación que se dieron en Barcelona en septiembre pasado.

Dificultades de matriculación en Barcelona

En la capital catalana, el Sindicat de Manters, una organización popular de migrantes vendedores ambulantes (los denominados top-manta) surgida en 2015, denunció en las redes sociales que era "casi imposible" apuntarse a las clases de catalán del Consorci per a la Normalització Lingüística. Ironizaban que "es más difícil inscribirse en las clases de catalán que conseguir entradas para Oasis", poniendo de manifiesto la dificultad de matricularse con solo dos jornadas hábiles para hacerlo, y únicamente en horario laboral.

La sede del CPNL en Barcelona se vio rodeada de enormes colas, que también se repitieron a nivel virtual con largos tiempos de espera para inscribirse a través de la web. La portavoz del Govern catalán, Sílvia Panequé, admitió las dificultades para apuntarse a los cursos de catalán, afirmando que "el Govern es consciente de esta carencia y distorsión" y garantizando que la nueva conselleria de Política Lingüística trabaja para implementar los cambios necesarios.

Lleida: oferta equilibrada con la demanda

En cambio, en Lleida no se produjo esta avalancha de solicitantes de matrícula. Desde el CPNL confirman que también se abrió una ventana de dos días, el 16 y 17 de septiembre, para las matrículas presenciales. "Con estas dos jornadas tenemos suficiente para llenar las 605 plazas con las que contamos por trimestre. El primer día sí tuvimos que alargar el horario para atender a todas las personas que vinieron, pero no dejamos a nadie de la cola fuera", aseguran.

Además, recuerdan que se trata de cursos trimestrales, por lo que si se da el caso de alguien que no puede apuntarse para estas clases de octubre a diciembre, se abrirán de nuevo las matrículas en enero, lo que se traduciría en una espera de solo tres meses.

Contraste con la situación en el resto de Cataluña

La realidad es radicalmente diferente, sobre todo en Barcelona. La semana pasada se conoció que en los cursos presenciales de catalán del Consorci en toda Cataluña, más de 9.000 personas han quedado en lista de espera a lo largo de este 2024, una cifra que se explica ante el incremento de solicitudes desde el año 2019 (más de 10.000) frente a una oferta de plazas que solo ha crecido desde entonces en unas 1.500.

Ciudades como Barcelona, Manresa, Tortosa, Igualada, Vic, Figueres, Terrassa, Sabadell y Girona lideran este ranking negativo de personas que quieren aprender catalán en el Consorci, pero que se quedan fuera por falta de plazas. En las comarcas de Lleida, sin embargo, apenas quedan solicitantes desatendidos, ya que la demanda está equilibrada con la oferta de cursos.

El propio conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, admitió la disfunción y aseguró que se está trabajando en un "relanzamiento" del Consorci para "no dejar a nadie fuera".

Casos particulares en la Segarra

Fatunia llegó hace 6 meses a Guissona con su marido y con su hijo. Explica que “estudio catalán para poder entender a la gente del país y para conseguir trabajo”. Con todo, comenta que las clases de catalán le han servido también para conocer a gente nueva y comenzar a hacer amigos. Está muy satisfecha de las clases, tanto de su profesor, Jordi, como del ambiente que se ha creado entre los compañeros de aula: “Guissona es una población donde conviven gente muy diferente, de muchas culturas”. 

Explica que aprender catalán no le resulta complicado ya que conoce bien el francés, que “es muy parecido al catalán”. En su clase son unos 15 estudiantes, la mayoría senegaleses y también hay un libanés y dos jóvenes sudamericanas.

La Segarra no tiene ahora problemas de plazas presenciales de catalán. Guissona es la población con mayor número de estudiantes. Se programaron en el primer trimestre 3 cursos de los que solo se consiguió llenar dos, con unos 30 alumnos. En Sant Guim y Cervera se programó un curso, si bien en el caso de la capital de la comarca para el segundo trimestre hay lista de espera. También se ofrece un curso online para no catalanoparlantes. La responsable del Consorci en la comarca, Mercè Viladrosa, revela dos casos singulares: el de una joven de Colombia, que quiere venir a Catalunya a trabajar, y el de una monja de clausura de Amposta, que utiliza el servicio por su interés por la cultura catalana.

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